En un castillo que esta frente a mi en una profunda oscuridad las nubes tapan la luna roja en sangre esa que se derramo en las salas de tortura de este castillo en sacrificio.
Tentado por la oscuridad me incita a entrar, me arrimo a esa puerta grande tan grande que parezco una pulga en un perro. Abro esa puerta y adentro del castillo sentí una oleada de frío por todo mi cuerpo y se me aparece un dragón que sale de la tierra y me mata y me voy a un lugar vacío, lleno de nada donde aparece Dios y del otro lado el famoso Satán.
Dios levanta la vos y me dice “tu vendrás conmigo”, cuando Satán con una sonrisa siniestra le dice “no, él viene conmigo” y le lanza un rayo de sus verdes ojos que le atraviesa el pecho y Dios sangrando lagrimas transparente cristalinas y en ellas se veían almas que desaparecían quemándose en el fuego eterno, escuchándose llantos y gritos de viejos y niños. Mientras que la imagen de Dios comienza a desvanecerse y alrededor de el comienzan a aparecer imágenes de calamidades mientras desaparece la imagen del Dios bueno y bien hecho.
Satán me dice “ven a mi”, yo corro hacia él, cuando lo alcanzo de repente se oscurece todo sierro los ojos y cuando los abro me encuentro fuera del castillo.