A la hora en que las mariposas mueren de frío y los corazones se escarchan en algún rinconcito de tu pecho...y te olvidas de amar...pero yo no me olvido de quererte.
Dos amantes en el final del invierno, seres atados a la libertad, como quien ama respirar y puede alentar a quien le rodea... parada, sola en la oscuridad olvidándote del pasado, de las sonrisas que juntos tuvimos, te olvidaste de ser fuerte, de levantarte, olvidaste que te quería, mas yo jamás dejaré de recordar amarte, por ti, por siempre estaré ahí, donde claves la mirada, en tu soledad en medio de la noche, prometo ser la brisa que alivie tu fiebre, nadie te verá llorar jamás mientras mi espíritu rodee tu cuerpo, seré un abraso o un beso tal vez, por ti dejaré de ser, me transformaré en sonrisa, sin embargo, quiero que te olvides de mi, porque recuerda que siempre seré tuyo en el todo o en la nada, viviré de tu olvido o de tu recuerdo, por siempre, por siempre para ti, deja que los días pasen, que las hojas se caigan rendidas al otoño, que la lluvia de junio reemplace tus ganas de llorar, que la primavera sea una flor hermosa como tu lo eres, que el verano sea tan calido como tu corazón y el amor que alguna vez existió entre tu y yo, para ti por siempre, seré tu ángel de la guarda, no quiero verte en este lugar donde las aves se olvidaron de cantar, donde la sombra me encadena a la soledad, y solo tu eres mi luz, doy las gracias por haberte conocido, agradezco también aquello que nos separó y que sin querer nos unió como nunca, no llores por favor, que cada lágrima me obliga alejarme un poco más de ti, no manches tu carita de niña, le daré un beso a tu mano y me despediré, recuerda que al final del invierno volveré, para ti por siempre... siempre te querré, lo prometo, nunca te olvidaré.
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