CICLOPE.
En una isla lejana en tiempo, distancia e imaginación. Nació un bebé sin ojos. Creció y aún así fue buen hombre.
Conmovida, una bruja de paso por el pueblo le regaló un ojo. No tenía más. Saltando de alegría el hombre se lo colocó.
Para el Cíclope, un ojo basta para ser feliz.
Texto agregado el 05-05-2004, y leído por 250
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Lectores Opinan
09-01-2006
humanisaste al ciclope al darle el sentimiento de la felicidad. mapata
Llamemos las cosas por su nombre....al cilpope, ciclope es su nombre, es feliz pues, de ser lo que es......¡Que absurdo! ¡Que poca ambicion! jajaja es broma. silpivipiapa
29-09-2004
Necesita un final feliz...¿que tal si se muda a un país de ciegos?... inmundo