UN LIBRO.
Un libro es abierto y se convierte en una esperanza maldita.
Entristece ver como el libro debe abrirse en lugares ocultos y leerse a la penumbra o bajo la sábana en las extrañas horas de la madrugada. El libro termina por leerse y es pasado a otras manos que lo leen con apetito. La cadena continúa y en todos deja ese ardor de ojos febriles y mentes fecundadas.
Lamentablemente se descubre al último eslabón de la cadena. Con los mismos ojos febriles el libro grita unas cuantas verdades en el juicio. Nadie escucha. Se condena al lector y se condena el libro.
Se queman ambos.
Texto agregado el 05-05-2004, y leído por 149
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Lectores Opinan
29-04-2009
sigo con lo mismo. No sé porque no me atreví a leerlo antes. Gracias por escribir.
pekejimenez
23-04-2005
Como escritor eres el diablo mismo....original, ironico, multitematico, y con finales redondos.....te felicito silpivipiapa
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