Por una actitud fuerte que tuve, de corte antisocial, obtuve la atención del mundo,
sin proponermelo, consiguiendo una entrevista con la presidente; en la propia casa rosada,
dentro del salón Dorado.
No bién llegué fuí atendido por la premier Cristina Fernández, en persona. De la cual nunca dude que era ella misma. Pero en un momento de la conversación, comienzo a notar que se trata de otra persona; en efecto se le parece bastante,
pero en cambio esta es de tez diferente,
sus rasgos son más delicados que los de la verdadera presidenta, tiene un aspecto europeo, diría eslavo.
Obvio, hago como que no me doy cuenta,
ciego sordo y mudo. Pero igualmente mis parpados caídos denotan una faceta depresiva,
por ende negando atención por falta de interes, quisás desepcionado por la ilusión que se desvaneció.
Pensé que tal vez el sillón tuviera una trampa escondida, de tipo giratorio, donde como una mago se cambiara de persona. Pero observo las patas del mismo que desde hace lustros estan hundiendo la alfombra, entonces saco como conclusión que no puede haber sido de aquella manera.
Pero insisto en aseverar que cuando nos presentamos lo hice con la verdadera presidente.
De todas maneras hago como que presto atención, porque además, esta doble de Cristina habla casi susurrando, muy bajito, como un murmullo indescifrable que no se le escucha ni jota.
Pero resulta que quita un espejo de la cartera,
poniendose a observar el maquillaje haber si permanece en orden, luego dejandolo sobre su falda pero apuntando hacia mi rostro.
Entonces veo que yo tampoco soy el mismo,
sino un hombre igual de parecido pero amarillo con rasgos orientales; de paso me palpo el hígado haber si está sano. Pero a Dios gracia no me duele.
Se encuentra lo más bien.
Por estar así de distinto, pensé: Tal vez,
es la verdadera Cristina pero sufre de lo misma mutación que yo.
Pero antes de mirarme, ya mis pensamientos sonaban distintos.
Cuando abrí la boca para contar la historia en cuestión, esa del piquete que protagoniscé,
donde le hube pinchado los neumáticos a las cinco primeras filas del embotellamiento,
noté que mi voz salía distinta; que tengo un acento judío. Pero de todas maneras continué pensando que era un broma o algo así;
tal vez algún sofisticado experimento del Estado,
donde el espejo puede perfectamente estar trucado, y la mujer ser una doble de Cristina.
Entonces mientras tanto haciendome el loco,
le explicaba que el motivo de mi rebelión,
en el amotinamiento del piquete, como quién dice,
se debió a un repentino ataque de ezquisofrenia en plena via pública, hice que mire su cara en el espejo, tomando la empuñadura apretando su mano con la mía, puesto que si el espejo hace mula su figura se verá distinta.
Pero no! quién quiera que sea esta persona,
es la misma que veo en el reflejo. Y yo sigo estando distinto.
He aquí la definición de existencia.
Tal vez se deba a que ultimamente estoy mirandome poco.
Pero antes de regresar a mi asiento dije:
Voy sentarme de noivo, dicúlpeme el atravimiento,
como si la lengua no me obedeciera.
Trago saliba, por un instante hago silencio,
pero tengo un fuerte impulso que me lleva a querer hablar nada menos que de política,
viniendome a la memoria unas ideas de tipo de ingenieria para el beneficio de la nación,
que desinteresadamente pero con urgencia le desearía transmitir.
Pero claro! esto de que no sea la verdadera me coíbe, más que nada por cuestiones de seguridad, aunque igualmente aún siendo una robot siento que tengo el deber de informarla.
En definitivas lo que haré será olvidar las cuestiones existenciales, y sea como sea que sea mi apariencia, yo igual voy pretender dejar grabada una huella en la historia.
Pero Cristina Fernández me treminó por revelar
(lo que marco un comienzo) los secretos del verdadero misterio, de la razón, del porqué,
las imagenes de nuestras personas son levemente diferentes a como deberían verce según nuestros recuerdos. Con lo cuál confirmó que es la auténtica presidente de lo Argentinos.
Hizo una magnífica comparación con el elemento sonido, en cuanto que esta compuesto por un conjunto de vibraciones sonoras copando el espacio hasta desaparecer, lo mismo ocurre con las imagenes concretas de las cosas que suceden en la vida, que sueltan, como una reververancia en forma de medialuna, que en grupos de tres recorren un camino final.
Que nosotros dos no somos los personajes de la realidad, sino personas que viajan en esa llamarada final que dejo de tener una fuente de alimentación.
El espacio esta colmado de ecos de imagenes que lograron un impacto en la historia.
Que nosotros igual somos seres originales que continuamos ocupando un lugar insignificante en transito, producto de un resultado,
en una realidad invisible para los ojos con retinas e iris, pero tan material como el aire.
En un principo me sentí altamente angustiado pués temí un súbito final, pero me aseguró que este destino tiene las proporciones de una vida orgánica,
que de ninguna manera habremos de sentir sensaciones de desengaño, que vamos a experimentar placer, pudiendo gozar de los beneficios de la realización personal.
Que ahora recién vamos por primer medialuna,
que queda tiempo para estar divertidos.
La energía vital que abastece nuestras almas,
será totalmente extraída de aquella reunión en el salón Dorado que estamos manteniendo,
junto con nuestros antepasados que ofician de fuente de luz. Luego de finalizada la entrevista comenzará nuestro conteo final hacia la no existencia. Aunque por el momento no habría por que temer pués esto recién comienza.
Yo le pregunté si vamos a estar así toda la vida sentados, a lo que me respondió que durante las dos primeras etapas, la cosa es similar a la matriz,
pero que después, en la ultima medialuna,
existe la enorme posibilidad de que se dispare hacia el lado, de un delirio mancomunado con el resto de ese universo menor, de sin numeros de otras imagenes de impacto, que es la agonía de esa reberverancia, pero que igual está bueno,
vale la pena sufrirselo. O que por el contrario todo será una extensa entrevista sin fin.
fin.
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