Ya estoy que caigo y transformo esta silla en cama, mi pensamiento se ha ido de este cuerpo, deambulando en secretos solos míos lejos de este momento encerrado de paredes pintadas como si fueran mujeres.
Mi ser ahí, quieto en ese sitio sentado, como embobado, el latido de este corazón que me asusta en las noches las cuales duermo boca abajo, pudiendo sentir su toque en las puertas de mi pecho, quiere decirme algo, que se este allí callado.
He vuelto, estoy de nuevo en la realidad del momento bajo un ventilador que amenaza con caerme encima, es mi desconfianza.
Mis amigos bostezan, mientras tanto, he decidido marcharme poniendo a andar mi cuerpo enderezado mas bien gibado, buscando la salida tan anhelada. Mis zapatos se apresuran un tanto desamarrados con temor a tropezar, las miradas en mi, que tontos mis amigos, para irme a orinar en algún árbol de esta universidad todo al natural olvidándome de mis obligaciones, para así bañar animales diminutos, regando el pasto, es mas útil no lo creen.
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