luego de tantas copas, la realidad se hace graciosa. salí del bar en busca de alegría, placeres, etc. una voz escuché en mi interior: ve a tu casa... fue extraño, parecía conocerla. tomé un auto y fui a casa. no recuerdo cómo entré ni a quién vi, pero, cuando abrí los ojos y la conciencia, estaba echado en mi cama... me levanté y traté de recordar el bar, el licor, el auto, la noche, las mujeres, los ojos de la gente, la noche fría, las manos que recibía, el dinero con que pagué, la fuente llena de licor, las risas que escuchaba en torno a mi ser, una voz de mujer que susurraba mi oreja. unas manos que cogían mis cabellos, las luces del lugar que se duplicaban mas y mas... fue un torbellino tal que tuve que pararme hacia el baño y darme una ducha. lo hice con ropa y todo y quedé nuevamente dormido. cuando abrí los ojos vi que el agua rebalsaba e inundaba todo el cuarto. ¡dios!, pensé. me levanté, cerré la ducha y empecé a secar todo mi cuarto. ya era de noche cuando terminé. escuché el teléfono. lo levanté y era la voz de una mujer. ¿quién eres?, pregunté. risas, muchas risas, extrañas y locas risas de una mujer mas lejana que cercana. colgué el teléfono, pero el teléfono volvió a sonar. lo cogí y lo tiré por la ventana. ¿qué estoy haciendo?, pensaba. me cambié de ropas y salí a la calle. tomé un auto y cuando entré no supe al lugar al cual me dirigía. lléveme a cualquier sitio, le dije. el auto se dirigió a una fiesta. se detuvo y yo bajé. era una gran fiesta, pagué y entré. estaba solo, no conocía a nadie, pero, estaba demasiado solo cuando una hermosa y enorme mujer empezó acercarse. ya a mi lado, vi que le llegaba a los senos. eran hermosos y enormes. me sentí y bebé y quise lactar. ¿puedo?, pensé para mi interior y me reí de mis pensamientos. de pronto, la enorme mujer me puso sus senos al borde de mi nariz. los toqué fuerte, como si fueran de jebe. risas, nuevamente risas. ¡un trago!, escuché, y al momento llegaron fuentes de copas de licor, cantidades de licor y yo me sentí preso de ese momento con una mujer de enormes senos y, bebiendo sin parar copas y copas de licor... hasta perder la conciencia y volver a escuchar aquella realidad por el vidrio roto de la frágil libertad...


san isidro, octubre de 2008