Estoy sentada escribiendo mis últimas líneas, para el periódico más importante de mi pais, para cual trabajo, en esos instantes me sentí rara. Eran sentimientos encontrados dentro de mi, confusiones, y miles de pensamientos que rodearon mi cabeza en pequeños micro segundos, y sin querer llegaron a ocupar un lugar más importante.

Al término de mi extraordinario trabajo (pensé: con este informe llegare a ocupar el lugar que realmente merezco) en breves momentos llegue a la realidad tristemente, no porque me sentía inepta e incapaz para ocupar un importante trabajo, sino que durante los meses anteriores sentía que mi vida no andaba igual.


Me llene de fuerzas y Salí de aquella oficina, que me mantenía prisionera a causa de su capricho, andube por todo el edificio como media dormida, pero algo muy dentro de mi gritaba ¡quiero respuestas! Haciendo un eco en todo mi ser, hasta que Elena mi mejor amiga, mí confidente, y jefa me dijo: Mónica, te sientes bien (mientras yo en un mundo distinto a la realidad) solo se que en aquellos minutos la que respondió “si” fue mi subconsciente, ella me volvió a insistir, ándale yo te llevo a tu casa (con un dulce gesto me dijo) recuerdo que bajamos a ver su automóvil e irnos en dirección hacia mi casa ,en el transcurso del camino ninguna de las dos pronunciamos palabra alguna ,mientras tanto Elena decidió prender la radio ,se escuchaba su canción favorita de los Rolling stones empezó a tararear y a cantar en ingles que yo ni entendía, mire hacia la ventana del auto ,y vi dos novios besándose y sin querer eche a llorar trate de disimular para que Elena no me viera y se preocupara . hasta que ella me dijo: por fin llegamos a tu casa Mónica ,abrimos la puerta y entramos dentro de la casa ,deje la cartera y el portafolios encima de la mesa ,mientras tanto Elena muy amable decidió preparar té para que se me calmen los nervios .

Yo fui a cambiarme de ropa porque la que traía me incomodaba demasiado.
Ella me llevo el té, hacia mi dormitorio, donde ahí me encontraba acostada, Elena empezó a hablar de miles de cosas la verdad que yo no le preste atención, ella se dio cuenta. Y tocó el tema de mi esposo y de su muerte desastrosa, y algo dentro de mí revivió el sufrimiento que llevaba dentro, como si mi mente hubiera borrado la escena de mi vida para que no me cause más daño .desde ese día comprendí, que las cosas suceden por orden de un ser superior y divino y que nosotros estamos para acatar sus ordenes.