| El Tren de Madera
 - ¡Hola Carlitos! ¿Jugamos con tu tren de madera?
 - Tú sabes que a la profesora no le gusta Miguel. Me lo va a quitar otra vez si lo saco del bolso.
 - ¡Vamos Carlitos! No se dará cuenta, atrévete…
 
 El sonido de la tiza sobre la gastada y verde pizarra se apagó de pronto y sólo se escuchó el susurro del viento enviado por la temprana primavera, meciendo las últimas hojas del anciano otoño.
 
 - …atrévete, ahora que nadie nos observa y dame un beso Carolina.
 - No lo sé Miguel. ¿Y si se asoma mi papá?
 - ¿Acaso no te gusto? ¿Se trata de eso? Es sólo un beso…
 
 La tranquilidad de la calle y su amarilla arboleda fueron de golpe reemplazadas por el humo, la oscuridad y el bullicio de un concurrido club nocturno.
 
 - …sólo un beso, fue sólo un beso Marcela. Eso me bastó para saber que eras tú.
 - ¿Estás seguro que quieres que demos ese paso Miguel?
 - ¡Claro que lo estoy! Sé que tú eres la mujer de mi vida…
 
 De pronto el ambiente se aclaró. Las paredes se volvieron blancas, los trajes verdes y celestes. Mascarillas en las caras. Miguel sintió los latidos y el llanto de un bebé recién nacido en sus brazos.
 
 - …mi vida, mi vida se extiende desde este momento más allá de mi muerte Marcela.
 - Yo siento lo mismo Miguel. Creo que estamos más unidos que nunca.
 - Ya nada puede separarnos.
 
 La sala de parto cambió por una amplia habitación. Una bella vista de los alrededores de la ciudad era el marco para una fuerte discusión matrimonial.
 
 - … ¡Separarnos! Esa es la única alternativa que nos queda, no podemos seguir viviendo juntos como hasta ahora Marcela.
 - ¡Una última oportunidad Miguel! Piensa en el niño.
 - ¿Harás tu mejor esfuerzo? Yo pondré lo mejor de mí…
 
 Los diplomas colgaban de las blancas paredes de la consulta médica. Los años no le restaban belleza a los ojos de Marcela, mientras que los de Miguel parecían extraviados en el tiempo.
 
 … lo mejor de mí Marcela, lo mejor de mí. Perdón, quise decir doctor. Pondré lo mejor de mí para solucionar este problema.
 - ¿Mi esposo se pondrá cada vez peor, no es así doctor?
 
 Los paisajes y las voces de mezclan, el aire, las estaciones, la consulta.
 
 - Así es señora Marcela, esta enfermedad es degenerativa, su esposo no volverá a ser el mismo de antes. No hay recuperación posible y cada vez que lo vea por acá jovencito asechando a mi Carolina lo sacaré a correazos, y si la situación continúa, no tendremos más oportunidades y finalmente nos separaremos, incluso sabiendo que ya nada nos puede separar, y  aunque la profesora te quite el tren de madera.
 
 Jota
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