Quebrarse los dientes y morderse la vida
y dislocarse los oídos
es revelarse al grito de la muerte
cortarse los pies es no querer caminar a los abismos
quedarse sin manos es negar las armas
quedarse tirado en la cuneta sangrando en silencio
cobijado como un hijo entre los brazos de la muerte
entre las manos ciegas caidas del cielo
entre las gargantas heridas
ya no es nada
Texto agregado el 14-10-2008, y leído por 266
visitantes. (17 votos)