escóndete por un segundo, poeta,
deja que las hojas caigan por un instante,
deja que la lluvia me limpie la mente,
que te saque de ella, que te deje esfumarte.
que te deje escapar de mí, poeta,
que me deje escaparme
de mí, de mi pensamiento dulce
y amargo
como yo,
como el cigarro
de tu boca,
y el humo
de tus manos
que desaparece
con el viento
y la lluvia
de esta primavera que no comienza,
de este invierno
que no quiere morir,
de esta ilusión
que me acompaña tanto
que es más real
que mis mismos ojos,
poeta.
espera un segundo,
dime que no piensas lo mismo,
dime que no ves el humo
al perderse
en el cielo encapotado,
dime que no sueñas con esa luna
que sonríe.
porque yo la veo,
cada noche,
a cada instante.
silencio.
espera a que escampe, poeta,
espera a que el cielo vuelva a verse azul,
azul como tú, verdoso,
oscuro, poeta, como tus ojos,
brillante como tu sonrisa,
mi poeta azul.
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