Y era un gris otoño,
más un sol estival
iluminó la ciudad,
de tu mano vagué
sin rumbo por las calles.
Atardecía y las luces
artificiales alumbraron
las avenidas, las plazas.
La brisa suave besó
tu rostro y mis ojos
llenos de ternura
acariciaron tu cuerpo.
Respiro calmada
a tu lado, río con
fuerza de todo lo
que sucede alrededor
y tu alegría invade el momento,
tu presencia en mí es
el sol ardiente en este
otoño templado.
Texto agregado el 12-10-2008, y leído por 115
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
18-10-2008
me gusto todo pero el primer parrafo es genial aannttoonn
12-10-2008
Un hermoso paseo, sin duda alguna. Dibujas el ambiente otoñal perfectamente.+++++ crazymouse
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