Entre tu y yo existe sólo una distancia, el tiempo, pues
aunque no tenga tu piel, tu aliento y tus caricias, te
siento tan cerca aunque estés a la vuelta de china.

La maravilla de tu existencia hace que este mundo brille
con tonos dorados y destellos en forma de corazones; las
palabras ajenas nos golpean tan suave como el aire, pues
a pesar de que tienen el peso de una roca, entre nuestras
miradas logramos detener el tiempo y con el, los meteoritos
rocosos de palabras envidiosas.

Si bien la aprobación de los demás es un pequeño impulso,
la necesidad de ellos es nada ante nuestra fuerza emocional.

El estruendo silencioso que mi corazón te grita sin palabras,
se deslizan en mi sonrisa cual pétalos sonoros tan suaves
como tus susurros; te amé y te amo aun en la presencia de
terceros, pues no necesito mil palabras, cuando tengo dos
ojos que te gritan mi frenesí emocional, Te Amo.



((GARM))