¡Ringggggggg! ¡Ringgggggggg!
El despertador del teléfono celular suena a las seis en punto tal como lo había programado.Me lenvanto de un salto de la cama y voy al baño.Me higienizo.Todavía un poco dormida miro la hora en el reloj de pared al final del pasillo.
-¡Seis y cuarto!.Exclamo.Apresuro a vestirme.Pongo la pava al fuego; mientras se calienta el agua voy preparando el equipo de mate.¡Qué tonta!
-Yo no llevo las cosas.Después me toca a mí cargar con la mochila.
-¡Si vos sabes q la vas a llevar!.Dale.No te quejes.Yo la cargo.Me dijiste.
-¡Ja, ja!.Rio por lo bajo.
Listo.Tengo la mochila,los pasajes ,los pañuelos descartables,el dinero ,los chicles ,¿el celular?¿dónde lo dejé?...¡Acá esta!En mi cama.No iría a ninguna parte sin mi celu ¿Qué hago si me pierdo?No sé ningun número.Vuelvo a mirar la hora esta vez en el teléfono.Ya son menos cuarto.Voy a la parada de colectivos y espero.No llega nunca, hasta ahora.Subo.
-En la butaca veintisiete.Arriba.Me indica el chofer.
No tengo compañero.¡Qué suerte así duermo tranquila!.Dos asientos son un sommiers para este cuerpecito de apenas un metro cincuenta y dos.
Despierto en Pilar.Falta poco.El sol está saliendo.Va a ser un lindo día.Desde la ventanilla observo monotonía de ciudad.Autos, bocinas, carteles, edificios y al final: Retiro.Frena el micro, todos comienzan a descender.Me quedo para el final.Siento miedo.Hoy voy a verte después de mucho tiempo.No queda nadie.Bajo y te busco entre la gente.No te veo.
-Señorita ¿un taxi?
-No.Gracias.
Entro a la terminal porque me siento más segura.Otra vez esperar."Plataforma treinta y dos.Estoy adento".Te escribo en el mensaje de texto y te lo envío.Miro contra el vidrio los reflejos, recuerdo el pasado cuando llegué por primera vez a este mismo lugar.Y la ultima vez que partí de aquí.
Te veo venir y tiemblo, desvio la mirada como si no te hubiera visto y respiro profundo.Giro, esta vez para encontarte, y te vas.No comprendo.Quiero gritarte.¿Qué te pasa? ¿Te atormenta el pasado? ¿Lo creías perdido? ¿Pensaste que matando el ayer todo sería olvido?...Y me quedo en silencio.Inmóbil en mi sitio diez minutos; diez siglos en un solo latido.
-¿Donde estabas ?
-Recién llego, decís.
-Ok.¿Vamos? Te digo y me sonrío.
No entendés que me pasa ¡Asesino de ayeres! No.No existe el olvido.
Me tomás de la mano.Camino y suspiro.
Nos marchamos.