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Inicio / Cuenteros Locales / piimpollo / Mi hija y yo (3era parte)

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Nos quedamos dormidos entre caricias. Me desperte y recorde que era sabado y que mi hija no tenia clases. Fui al living y alli estaba ella, con su pollerita y sus pechos sin nada que los cubriera. Me sente a su lado en el sillon, la abrace por la cintura y se acomodo en mi pecho. Comenzamos a besarnos con amor y ternura, besaba mis labios y los mordia suavemente mientras yo acariciaba su cuerpo lentamente, desde su trasero hasta sus pechos y los masajeaba sutilmente. Ella acariciaba mi cara y mi cuello con sus manos y me arañaba con sus uñas muy despacio. “Te amo papi” decia entre besos yo solo seguia besandola con mas amor que antes hasta que se subio encima mio y puso sus piernas a cada lado de las mias. Curvo su espalda, me besaba e intentaba pasar su lengua por mi boca, me hice el difícil pero me suplicaba que la besara con mas pasion y termine abriendo mi boca y deje que su lengua pase y acaricie la mia. Nos seguimos besando un rato pero llego la hora de comer y mi querida hija me ofrecio cocinar. A veces se paraba en la mesada y yo la miraba desde el living con esa pollerita y sin nada abajo. Sirvio la comida y me llamo. Se sento encima mio y me pidio que le diera de comer, hice lo que me dijo y ella se movia lentamente sobre mis piernas, me encantaba verla tan exitada. Terminamos de comer, la lleve en mis brazos al baño y le dije que se aseara, preparo la bañera pero queria que me bañe con ella. Me meti en la tina y mi hijita se sento entre mis piernas dandome la espalda, la abrace y comence a besarla cuando ella giro su cabeza y con una mano hacia presion en mi nuca. Apretada sus hermosos pechos y con mis dedos tocaba suavemente sus pezones, baje mi mano derecha y meti mi dedo en su conchita, ella empezo a gemir sobre mis labios y yo mordia los suyos con delicadeza. Se dio vuelta e introdujo mi pija en su dulce concha. Rodeo mi cintura y hacia presion entre nosotros mientras yo besaba sus suaves labios, se movia lentamente sobre mi y gritaba mientras me besaba, por mi parte yo presionaba su hermoso culo haciendo que mi pija entre mas en su conchita. “No pares pa, dame mas duro, la quiero toda” me decia entre besos y yo le daba mas duro y rapido haciendo que mi querida hija comenzara a gemir mas fuerte hasta gritar. Termine llenando la hermosa concha de mi hija con mi leche, se exitaba aun mas, siempre me repetia “te amo papi, quiero ser tuya, tocame como una puta” y yo cumplia manoseandola toda. Se dio vuelta y metio mi pija en su excitante culo, yo besaba su cuello y masajeaba sus tetas mientras ella se tocaba su concha, se mordia los labios y saltaba sobre mi pija. Empece a hacerla saltar mas rapido sobre mi y comenzo a gritar y pidiendome mas y mas. Salimos de la bañera y la cambie con su pollerita de colegiala mientras tocaba su culo y la besaba apasionadamente. La lleve hasta el lavamanos, la levante y ella redeo mi cadera con sus piernas mientras metio mi pija en su conchita mojada. La separe de mi lentamente y ella abrio sus piernas diciendo “chupame toda pa, y no pares”, metia mi lengua en su agujero mientras estiraba mis manos y manoseaba sus pechos duros, ella solo gemia y me pedia mas como siempre hacia, a veces la miraba y la veia ahí con sus pelos mojados, sus ojos cerrados y gritando, puso sus manos sobre las mias haciendo mas presion en sus tetas de hembra que me volvian loco. Me repetia que me amaba hasta que me levante y le dije que yo tambien, la alce y la lleve a su cuarto, la recoste y le dije que durmiera un poco, no queria dormir y la verdad que yo tampoco. Se sento y yo me sente detrás de ella abriendo mis piernas y ella en el medio de ellas, besaba su cuello y metia mis dedos en su concha de bebe. Me encantaba sentirme asi, lleno de placer, yo la deseaba a ella de la misma manera que ella me deseaba a mi. Amaba verla gemir, gritar y exitarse cuando la chupaba o le manoseaba todo ese cuerpo de colegiala. Ahora sabia que todos los dias ibamos a tener los mismos encuentros con caricias, besos y sexo.

Texto agregado el 08-10-2008, y leído por 15503 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
16-10-2008 Es un entretenido juego de perversión, donde más allá de que el personaje nos de la información de que se trata de su hija, su bebe, describes relaciones sexuales entre adultos y con consentimiento. Y ahí está la trampa, pues siendo el padre ese consentimiento está del todo viciado y se trata, por ese solo hecho, de una relación de dominación. Cierto que muchas veces una mujer-niña de 18 es más atractiva corporalmente que una mujer de 30. Basta ver la moda de las stripper que usan falditas tableadas de colegiala para seducir a los vejetes. Finalmente, como cuento es muy malo, aunque agregues una IV o V parte. Trabajas únicamente lo sexual y reiterado, como si por contener más polvos fuera mejor cuento. ¿Dónde está la culpa de la transgresión? A veces, lo prohibido es más excitante por la prohibición que por la persona deseada. ¿Dónde está el momento en que él está en su trabajo, conviviendo seguramente con mujeres de su edad? Y él, como viudo joven, debe tener cierto mercado entre las treintonas, e incluso las de 20. Bueno, pero ese es otro cuento que ni tu ni yo escribirémos. Ya viste en mi cuento "Fantasía Erótica" que mi erotismo es bastante limitado. NeweN
 
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