Marchas a grandes pasos, sobre tus tacones altos,
marchas a grandes pasos, con finura y distinción.
Caminas decidida, caminas aliviada, caminas con motivación.
Marchas hacía la puerta, te mueves inquieta,
esperas a quién te dará el suspiro del amor en tu corazón.
Tienes luz en tus ojos, brillo en tus labios, volumen en tu pelo,
vistes un vestido largo y pendientes de ensueño.
Irás con él a una cena de lujo, a una cena en medio del glamour.
En una sola noche te has convertido en princesa y después de esa noche volveras a ser normal.
Una vez nada más, le pediste al destino, una vez nada más, dejame hacer algo inusual.
El destino, ha vestido tu deseo en una noche sin igual.
Entre paseo y paseo, miras el reloj, esperas a la hora punta que convertirá tu sueño, tu deseo en realidad.
Cada tic-tac de tu reloj, acerca más el momento de ese detalle, que en tu mente se dibuja y tu corazón añora con dulce razón.
Ten paciencia, ten confianza, el destino no se equivoca, el momento está cercano, siéntete agraciada de que te dé ésta ocasión.
Por fin, el timbre suena, abres la puerta y ante tí aparece el caballero de tu vida.
Te pones el abrigo y saliendo de tu casa, le besas enamorada.
Comienza el cuento de la Cenicienta, un cuento que a veces puede ser real, no hay zapatos de cristal, ni media noche para volver.
Sólo hay un momento, un sueño completado.
Vivir ese espacio de tu corazón, ya es en sí un increible cuento.
Disfruta princesa por una noche y olvidate del tiempo, porque tiempo es lo que te han dado para vivir la verdad de tu amor.

Escrito por Carlos Them

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