Como que igual me está gustando más la plantilla de wordpress que de blogspot, pero tengo la tendencia a ser fiel a algunas cosas, aunque no se lo merescan. (chan!)
Aún recuerdo lo mucho que me costó despegarme de blogadictos. Me negué por mucho tiempo a crear otro blog, pero he me aquí, al parecer la necesidad, efectivamente es mayor. Necesidad de escribir. Muchas veces la tengo pero no sé que escribir. Cada vez se hace más complejo exponer un tema que sea neutral y poder desarrollarlo. Tal vez por eso me gusta escribir ficción, porque no tiene nada que ver conmigo (lo que es bueno, no "desnudarse" frente al lector) y además calma mi necesidad.
Aveces me pregunto si los blogs se crearon para gente con "trancas" que no le gusta andar gritando las cosas a los cuatro vientos pero que de alguna u otra forma espera que sus cercanos lo lean.
A decir verdad no sé si sea mi caso, yo sólo lo utilizo porque escribir me llena, leer me llena, crear me apasiona.
Pero por otro lado no podemos negar que muchas personas efectivamente lo utilizan como una herramienta de sanación.
Quizás es sólo el placer de apretar las teclas. Desde pequeños tenemos una especie de facinación con aquello. Es más, a los niños les provoca un placer tremendo apretar los botones de los ascensores o cualquier otro tipo de botón que encuentre en su camino.
Con los años uno va aprendiendo que hasta las personas poseen botones, muchas veces escondidos y muchas veces peligrosos. Y como uno tiende a ser bueno y transparente se encuentra con gente en el camino que lo único que pretende es encontrar los botones más dolorosos y presionarlos hasta que se malogran; y ahí queda uno, con un botón a medio funcionar y en camino a la insensibilidad.
Lo bueno es que existe gente -poca- que, si bien no se dedica a arreglarlos, sabe cómo hacerlo.
Creo que hablar de botones es un tanto incoherente, pero, después de todo, nada es lo que parece y todo es lo que no pretende ser.
Y si quiere analizar bien la cosa, sólo piense que vive en un mundo donde las cosas que cree que son, simplemente no son.
Ejemplos? Simple, los colores. Entonces la cosa queda algo así: Se sabe, convencionalmente que las plantas (por lo general) son verdes. Pero en la práctica, la planta es de todos los colores menos verde. Y se 've' verde por que es el único color que no tiene, por lo tanto no absorbe y que puede reflejar. Y bueno, así con todas las cosas. ¿Excepciones a la regla? El cielo creo que podría ser una, no estoy segura.
Otro ejemplo? El tacto. Todos sabemos que estamos formados por átomos y a grandes rasgos el átomo está formado por un núcleo en donde encontramos neutrones y protones y una "nube electrónica" en donde se encuentran los electrones, valga la redundancia. Si todos tuvieron física en primero y segundo medio al menos, deberían saber que las cargas eléctricas del mismo signo se repelen, entonces, desde ese principio, nosotros no "tocamos" las cosas, NUNCA, puesto que entre mis dedos y mi mano hay electrones repeliendose.
Interesante la idea... al menos para mí, puede que a muchos les paresca ridícula, pero es cierta.
It's all in the mind como decía una especie de documental al respecto.
Luego, vuelvo a pensar, vivo en un mundo en que todo lo que es, realmente no lo es, pero de alguna u otra forma se me ha enseñado a creerlo así, a entenderlo así y cuando pretendo de concebirlo de otra forma comienzo con el bosquejo y a mitad de camino se me va la imagen a dibujar.
Se me enseñó a creer en la estabilidad de los materiales, en la dureza del cemento cuando los átomos que lo conforman no tienen nada de "compactos" como se podría pensar.
No son prejuicios a derribar, son pensamientos completos, son formas de vida que cambiar.
Sería conveniente cambiarlas. Sí, sin duda alguna. Digamos que sería una forma de comenzar a ver lo que de alguna u otra forma nos tratan de ocultar.