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El dia que un bucaro le salvo la vida a Cabito.
Angel y yo eramos los niños mas traviesos del barrio y siempre que alguien se metia con nosotros lo enfrentábamos entre los dos.
Nuestros tirapiedras eran los mejores de todo el barrio y podíamos acertar hasta a un picaflor revoloteando en el aire.
La casa de Angel era una casa de pobre de esas que se construyen a retasos un dia ponen cien block y a la semana siquiente el piso del bano y asi por ese estilo. Llegaron a levantarla hasta que se acabo el dinero y no pudieron tirar el plato del techo de la casa el cual fue sustituido por planchas de zinc oxidadas y pedasos de carton.
Angelita y Cabito eran los padres de mi amigo Angel. Angelita hacia comida para vender a domicilio entre los obreros de la construcción que nosotros llevábamos en bicicleta con la estricta orden de no entregar las cantinas de comida a nadie si no pagaba.
Cabito era sereno de una ferretería y siempre estaba de mal humor y renegando de su trabajo. Todo los domingo, que era su dia libre, Cabito se daba unos jumos de cuadritos y se ponía de impertinente con todo el que pasaba por el frente de su casa retándolos a pelear.
Angelita tenia en su casa un bucaro que es un aves que ya se extinguió de la isla. El bugaro tenia la característica de que daba la hora, con un canto estridente.
El ave anunciaba puntualmente sin fallar el tiempo cada seis horas para mala suerte del bucaro a la doce del mediodía Cabito siempre estaba durmiendo pues amanecía sereneando en su trabajo de la ferretería.
Eran famosas las carreras del bucaro y Cabito blandiendo su machete tratando de darle alcanze al bucaro.
-Parate ahí que te voy a matar bucaro de mierda, decía Cabito sin nadas mas puesto que sus calzoncillos y en chancletas. Angel y yo cozabamos muchísimos y hasta apostábamos a que el bucaro iba a picar a Cabito por las bolsas.
Cabito tenia a su cargo alimentar al aves que daba la hora y siempre se la llevaba fría o no le echaba sus sardinitas que al aves le gustaban comer una por una lentamente. Otros días, cuando tenia mucha cuerda con el bucaro, no le daba de comer asi que se creo una gran enemistad entre los dos.
Un domingo yo fui testigo de cómo Cabito le remato a un billetero todos sus billetes y quinielas de la loteria para pagarle al anochecer.
Los billetes se pelaron no cogieron ningún premio y el billetero fue puntualmente a buscar su paga encontrándose con Cabito totalmente borracho y maldiciéndole porque lo había engañado vendiéndole billetes de la lotería falsos.
-Usted vera que usted va a pagar a las buenas o a las malas a las doces téngame el dinero pues yo vengo armado con mis dos hermanos, le dijo el vendedor de billetes y quinielas a Cabito.
A Cabito se le pasmo el jumo y dentro de su alucinación y temor solo se le ocurrió pensar en su vecino Wilson que era policía.
-Esta bien Cabito yo te voy ayudar solo que yo estoy de puesto esta noche hasta las once asi que vas a tener que vocearme para que me despierten, le dijo el policia
A la mañana siguiente Cabito se levanta bebiéndose toda el agua de la nevera y tomando pastillas de “la rapidita”que quitan la resaca. En eso pasa su amigo Wilson y le dice: “oye Cabito que suerte tu tienes agarre anoche a los tres tipos que venían a darte una pela te salvate por el bucaro que dio la doce de la noche en punto y desperto a todo el mundo.”
Esa mañana Cabito no durmió esperando que el bucaro cantara dando las doce del mediodía y cuando escucho su estridente cantar corrió para la cocina y le dijo a su mujer:”Angelita corre buscame la comida del bucaro que hoy se la gano.”y a partir de ese dia fueron buenos amigos Cabito y el bucaro.
Bucaro o carau
bucaro o caraú es un ave gruiforme de unos 60 cm de altura, color pardo oscuro y pico largo y encorvado, que vive solitaria en el sur de la isla Hispaniola.
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Texto agregado el 05-10-2008, y leído por 140
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