El tipo de los ojos fríos,
negros como el espacio exterior,
caminaba por mis parques
y consumia mi calor.
Nunca vi su rostro gélido,
ni tampoco me interesó.
Para mi era menos que un insecto,
una víbora o acaso ¿un ratón?.
Destrozó todo lo que tenía,
mis jardines, mi rosa, mi dragón,
que con ojos azulados
nunca entendió lo que pasó.
Empiezo de a poco a contemplarlo,
y estoy seguro y con razón,
que se viene su castigo luego,
ya los fuegos queman hoy.
Los fuegos del infierno,
de soledades, frustración y de dolor,
de castigo imperecedero,
de tu alma retorciéndose en tu colchón.
La peste esta cerca de ti,
lo veo en mi interior.
Las alas del Angel de la Muerte
se divisan tapando el sol.
Ya te queda poco tiempo
para tus fechorias perpetrar.
Apura el tranco entonces,
que yo voy detrás de ti.
Tal como lo viste en tu sueño,
a la fosa caerás, la fosa sin fin.
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