Busco en la bitácora de mi vida,
momentos de pasión y de locura,
y sólo hay un cajón con tu nombre.
Uno a uno reviso los archivos,
un poco marchitos y empolvados,
con fotos de un amor aun no olvidado,
cuando la pasión en nuestras carnes,
y los besos insaciables,
eran la chispa de vida de dos corazones.
Cuando el viento gritaba nuestros nombres,
y la lluvia germinaba nuestros sueños,
que caían en la tierra rica y fértil de esperanzas,
cual rosa roja y de vida perfumada.
Momentos de locura y de placer,
de amor y ternura sin hastío,
con oro y diamante embellecidos,
tras un vitral, del olvido, protegidos.
Uno a uno se acaban los archivos,
de un amor aun no olvidado,
de nuestra locura de ayer derrochada,
de nuestras ansias marchitadas,
de nuestra sed, de nuestra hambre,
de nuestro ayer prisionero,
en aquel,
en aquel cajón con tu nombre. |