Soy un zombie, y creo que eso no es tan malo; estoy aprendiendo a vivir con ello, les pido una disculpa de antemano, no puedo presentarme correctamente ante ustedes, ya que no tengo un nombre propio, de hecho creo que ninguno de nosotros lo tiene. Hemos olvidado todas esas cosas, todo lo que alguna vez fue importante, como las fechas de aniversarios, nombres, números de cuenta… Creo que mi nombre tal vez pudo haber empezado con “R”, pero no estoy muy seguro; es algo gracioso, porque antes cuando estaba vivo, siempre estaba olvidándome de los nombres de las personas, linda ironía ahora que soy un zombie, no puedo recordar ese tipo de cosas aunque lo desee, je… es un poco difícil sonreír cuando tus labios están carcomidos.
Antes de que me convirtiera en un zombie, creo que yo era un empresario o un joven profesionista de algún tipo, supongo que trabajaba en uno de esos trabajos de oficina en alguna gran compañía en algún lugar; como lo supongo? Las ropas que se sujetan a los remanentes de mi cuerpo son bastante elegantes, una fina gabardina, camisa de seda, una corbata Louis Vuitton, creo que probablemente me veo bastante bien, claro si no se cuenta el hecho de que una parte de mis intestinos sobresale de entre la camisa ja.
A nosotros nos gusta bromear y especular acerca de lo que queda de nuestras vestimentas, ya que estas ropas escogidas por ultima vez son los únicos indicadores de quienes éramos antes de convertirnos en no muertos (siempre me ha gustado esa palabra, no se por que). La ropa de algunos no dice tanto como uno quisiera, pantalones jeans y camisa blanca, jeans y tops, por eso hacemos suposiciones aleatorias de lo que fue de cada uno de nosotros.
-Tu, creo que fuiste un plomero, si creo que así fue
-Y yo?
-Creo que tu fuiste repartidor de pizza, tu que piensas?
Y generalmente nadie sabe con certeza que fue en el pasado
Nadie que yo conozca tiene memorias especificas, reconocemos algunas cosas, ya sabes, autos, edificios, corbatas, marcas… pero el contexto en el que están generalmente se nos hace demasiado ambiguo como para poder establecer conexiones verdaderas entre esas cosas, así que creo que estamos aquí y ya, hacemos lo que hacemos y ya. Ok platicare más de nosotros, no tenemos una dicción muy buena pero podemos comunicarnos, gruñimos y gemimos, hacemos señas con las manos y a veces unas cuantas palabras salen de nuestros labios, creo que no es tan diferente a lo de antes.
Hay unos cuantos cientos de nosotros viviendo en una vasta planicie desértica en las afueras de alguna gran ciudad, obviamente no necesitamos ningún refugio ni ninguna fuente de calor. A pesar de mis entrañas de fuera, estoy en los primeros estadios de putrefacción, por allí hay algunos “ancianos” de nosotros, son un poco mas que esqueletos con pedazos colgantes de piel y músculos, que de alguna manera siguen flexionándose y extendiéndose y pueden seguir moviéndose. No he visto a ninguno de nosotros “morir” de viejo, quizá vivimos por siempre, no lo se… ahora no pienso mucho en el futuro. Eso es algo bastante diferente a antes, cuando estaba vivo, siempre estaba pensando en el futuro, casi obsesionado, creo que la muerte me ha relajado bastante.
Ok creo que he estado divagando mucho… ah si, me pone triste que hayamos olvidado nuestros nombres, de todo, es lo que me parece lo mas trágico. Yo no extraño el mio, pero en cierto sentido me aflijo por todos los demás, quiero compenetrarme con ellos, empezar a quererlos, pero ni siquiera se quienes son.
Hoy ira un grupo de nosotros al pueblo a buscar algo de comida. Cómo estas expediciones empiezan? Fácil, si uno de nosotros tiene hambre y empieza a moverse hacia el pueblo, unos cuantos empiezan a seguirlo. Los pensamientos enfocados hacia algo raramente ocurren en nosotros, así que seguimos a alguien cuando empieza a hacer algo fuera de la rutina; si no fuera así nosotros simplemente nos quedaríamos por ahí parados y gruñendo, lo cual es algunas veces frustrante. Así los años pasan de esta manera, la carne se seca en los huesos y nosotros simplemente nos quedamos ahí, esperando a que algo pase; me pregunto que tan viejo seré?
La ciudad en la que la gente vive no esta muy lejos de aquí, generalmente llegamos a ella por el atardecer e inmediatamente empezamos a buscar por carne, carne viva. Nuestro tipo de hambre es una sensación un poco extraña. La sientes en tu estomago? No, de hecho algunos de nosotros ni siquiera tienen estomago; no, el hambre la puedes sentir en todo el cuerpo. Es extraño explicarlo, te empiezas a sentir “mas muerto”; he visto como algunos de mis amigos regresan a estar completamente muertos cuando la comida escasea, ellos simplemente se aletargan y después se detienen, luego se vuelven cadáveres una vez mas… es algo que en verdad no he podido comprender.
Supongo que el mundo esta casi acabado, porque las ciudades por las que pasamos decaen casi tan rápido como nosotros. Los edificios están colapsados, cientos de autos oxidados llenan las calles, todos los vidrios están rotos, esparcidos por doquier. No recuerdo si hubo una guerra, una plaga o si aparecimos simplemente, quizás fueron las tres. No se, no quiero pensar mas en cosas como esa.
En un puñado de apartamentos derruidos encontramos personas, procedemos a comérnoslas. Algunas personas tienen armas, es algo usual que perdamos a unos cuantos compañeros en estas expediciones, pero no nos importa, porque habría de importarnos? Que es la muerte ahora?
Comer no es algo placentero, estoy masticando el brazo de un hombre y, en verdad odio esto, es desagradable; odio los gritos, odio sus gritos, no me gusta el dolor, nunca me ha gustado lastimar a alguien más, pero esto es lo que hacemos ahora. Claro que no necesariamente tengo que comerme todo de el, si dejo lo suficiente el se levantará y me seguirá hacia nuestra polvosa planicie en las afueras de la ciudad, eso me haría sentir un poco mejor. Lo presentaría ante todos y quizás nos pararíamos por ahí y gruñiríamos un poco; es difícil decir que son los “amigos” en estas circunstancias, pero supongo que a eso se le podría llamar amistad. Claro si no me como todo de el, si dejo lo suficiente…
Pero por supuesto no dejo nada, procedo a comerme su cerebro, ya que esa es la mejor parte. Esa parte, cuando la tragas, hace que tu mente se ilumine con sentimientos y recuerdos, memorias claras por alrededor de unos 30 segundos (dependiendo de la persona) durante ese tiempo vuelves a sentirte vivo, obtienes recuerdos de comidas, agradables olores, música, atardeceres, orgasmos, vida. Luego todo desaparece y vuelve el olvido, entonces te levantas y caminas tropezando hacia la planicie, siguiendo muerto, pero sintiéndote un “poco menos” así; sintiéndote bien.
No se porque tenemos que comer gente, no entiendo que logras con arrancarle el cuello a alguien a mordidas. Ciertamente no digerimos la carne ni absorbemos los nutrientes. Por lo menos en mi, mi estomago es una bolsa descompuesta, inservible. No digerimos, simplemente seguimos comiendo hasta que el peso de la carne hace que salga todo por el recto… y después seguimos comiendo. Comer se siente tan inservible, y sin embargo es lo que nos mantiene en movimiento, no se porque, de hecho ninguno de nosotros entiende realmente porque somos de la forma en que somos. No sabemos si somos el resultado de algún tipo de infección global, alguna maldición antigua, o algo mucho más descabellado. No hablamos mucho de ello, los debates existenciales no forman una parte importante de una vida como zombie. Estamos aquí y hacemos lo que tenemos que hacer, es así de simple; algunas veces es lindo ser así.
Estoy de regreso, con los demás en nuestro polvoriento entorno, empiezo a caminar en círculos sin ninguna buena razón, pongo un pie en el polvo y lo pateo, y sigo así, pateando nubes de polvo. Antes, cuando estaba vivo, creo que nunca hubiera podido hacer algo semejante, recuerdo el estrés, tener que pagar las cuentas, hacer informes y reportes, recuerdo que siempre estaba muy ocupado, siempre, todo el tiempo ocupado… ahora estoy en un campo abierto lleno de polvo, caminando en un circulo, je, creo que estar muerto es algo muy fácil.
Después de unos días de patear polvo, dejo de caminar y me paro rígido, arqueando un poco mi espalda hacia adelante y hacia atrás y gimiendo un poco, no se porque gimo, creo que no tengo ningún dolor, ni estoy triste ni nada por el estilo, creo que solo es el aire que es metido y vaciado en mis pulmones, cuando mis pulmones se descompongan creo que esto de gemir llegará a su fin. Pero mientras, sigo arqueándome y gimiendo, creo que puedo distinguir algo en las cercanías… es una mujer muerta, esta solo a unos metros de mi, mirando hacia unas montañas distantes. Ella no se arquea ni gime, su cabeza solo se mueve de lado a lado, me gusta eso de ella, que no se arquee ni gima. Camino hacia ella y me detengo a su lado, intento decir algún tipo de saludo (un “gruñido amistoso), y ella me responde con un movimiento de su hombro derecho
Hay algo que me atrae de ella, extiendo mi brazo y toco su cabello; creo que no ha estado muerta por mucho tiempo, su piel es gris, pálida, y sus ojos están ligeramente sumidos, pero no tiene ningún hueso u órgano expuesto. Su vestimenta es una falda negra y una blusa de botones blanca, creo que ella solía ser una mesera.
Y prendido a su pecho hay una pequeña placa, creo que puedo leerla… tiene un nombre! Ella tiene un nombre!, se llama Karla!
Apunto hacia su pecho y lentamente y con un gran esfuerzo puedo pronunciarlo “K-kar...la” Las palabras que salen de mi boca saben como la miel, Tiene un buen nombre, se siente bien decirlo. Sonrío un poco, me siento un poco nervioso y, de repente, mi fémur se rompe y yo caigo hacia atrás cubriéndome de polvo, Karla solo se ríe, es un ruido apagado, ronco, pero lindo, ella se agacha y me ayuda a ponerme sobre mis pies nuevamente.
Creo que Karla y yo nos hemos enamorado…
No se como es esto, recuerdo un poco acerca de lo que el amor era antes, y esto ciertamente es diferente, es mas simple; antes, había muchos factores complejos tanto biológicos como emocionales, teníamos que elaborar una lista y hacer exámenes para conseguir pareja, nos fijábamos en el tipo de peinado, el estatus, el trabajo y el tamaño de los pechos. Y siempre había sexo, siempre estaba ahí, confundiendo a todos enmarañando los pensamientos de todos, lo que importaba en la vida era tener sexo; instintos animales, urgencias subconscientes, el sexo hacia girar al mundo.
Ahora todo eso se ha ido, el sexo es ahora irrelevante… mi pene se desprendió hace dos semanas.
Ahora ya no hay motivos escondidos cuando nos relacionamos entre nosotros, ya nadie habla con alguien solo para conseguir sexo, ya nadie pelea por eso, nadie discute, ya nunca hay peleas.
Y Karla no es un proceso complicado, solo la veo y camino hacia ella, creo que por ninguna razón, decido que quiero estar con ella por un largo periodo, así que ahora caminamos en el polvo juntos en lugar de ir solos, por alguna razón disfrutamos de la compañía mutua. Cuando tenemos que ir al pueblo a devorar gente, lo hacemos en lugares y tiempos separados, porque no es nada agradable y no queremos compartir eso; pero compartimos todo lo demás y eso es algo lindo.
Decidimos caminar hacia las montañas, nos tomo tres días, pero ahora estamos sentados en una colina mirando a la redonda y blanca luna. A nuestras espaldas el cielo nocturno se torna rojizo por las ciudades distantes en llamas, pero ahora eso no nos importa; torpemente tomo la mano de Karla y contemplamos la luna.
Creo que no hay una razón real para hacer algo así, pero, el mundo ha cambiado, el amor ha cambiado… ahora todo es mas fácil; hace tres días mi pierna se rompió y ahora no me importa mucho. |