YA NO SÉ QUIÉN SOY
Cada día me robaste una parte de mí, ¿cómo pretendes que vuelva a ser yo misma? Ya no sé quién soy; no recuerdo quién fui. Te lo he entregado todo. Siempre he estado ahí, nunca he deseado otra cosa más que el hacerte feliz. No me pidas que lo olvide y siga hacia delante, ya no sé quién soy.
Acudía a ti sin pedírmelo, pues sabía averiguar tus pensamientos. Accedía a tus mandatos solo con una mirada; no eran necesarios esos gritos y esos golpes contra la mesa, pero aprendí a vivir con ellos y, por extraño que parezca, con el tiempo te iba queriendo un poco más, aunque eso hacía que me quisiera un poco menos...
No me pidas que lo olvide; no me pidas que te olvide. Ya no sé quién fui. Tus palabras eran órdenes para mí, y ni siquiera tus rechazos hacían que me alejara de ti, pues seguí entregándotelo todo.
Juré cuando empezamos que no iba a volver a caer, me prometí que no iba a volver a querer a nadie que me despreciara, y que me hiciera sentir inferior, pero ya se sabe que en las cosas del amor uno no puede controlar los sentimientos… Por eso todo te lo di.
Supiste muy bien como hacer que me sintiera vacía, y lo peor es que el miedo que me acompañaba cuando gritabas, no me ayudaba a pensar que no me querías, sino a preguntarme qué era lo que yo estaba haciendo mal… Y seguí entregándotelo todo.
Ahora no sé quién soy; no sé quién fui. No sé como recuperar lo que perdí. Me conformaría con que estuvieras aquí, aunque fuera como antes, cubriendo toda mi ilusión de ira y obsesiones, de rechazos y empujones, de gritos y golpes, de desprecios y mandatos…
Pues después de todo eso venían los besos y los abrazos por los que tanto luchaba. Por eso te lo di todo…
Esperaba que cambiaras, que algún día te dieras cuenta de que todo lo que hice fue porque te quiero, y deseaba tenerte a mi lado; ya no me importaban tus insultos ni tus machaques, me consolaban tus abrazos y caricias…
Me convertí en lo que tú quisieras que fuera, soporté tu carácter porque te amaba, y dejé de preocuparme por mí para dedicarte todo el tiempo que deseaba…
Y dejé de ser yo misma.
No sé quién soy ahora, ni la que fui antes de conocerte; solo sé que quiero recuperar esos besos y abrazos por los que tanto luché… No me importa a qué precio… quiero seguir siendo tuya. Como antes. Solo tuya...
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