-"Hola Mauricio"- me dijo Juana al verme. Yo estaba nervioso, no había pensado mucho en lo que le iba a decir, o más bien, recomendarle. La idea de que Juana era lesbiana me turbó mucho.
-"Hola Juana, ¿cómo está tu mañana?"- fue lo único que le pude decir. Me respondió que mejor, que había llegado temprano y que pudo ver a Micaela, que estaba sola en su oficina y que le empezó a hablar. Mientras me lo decía miraba al techo como toda una chiquilla, se le veía bien enamorada.
-"No sabes como la quiero pero aún no sé bien qué me gusta de ella, sólo sé que es súper"- me dijo frente a mi silencio. -"¿Qué puedo hacer con todo esto?"- me lanzó la pregunta fulminante, lo que no quería oír. "Mira, no he podido pensar mucho de eso, son varias cosas que habría que pensar acerca de su relación"- no sabía bien qué le decía pero me pareció que sonaba algo bien.
-"Imagino eso, saber que tu amiga es lesbiana y que encima le gusta una colega del trabajo, no creo que sea algo sencillo de aceptar, no eres el único que no sabe como reaccionar... pero eres lindo, en serio, no te has alejado, incluso, me has dado un consejo, que no lo entiendo bien, pero me lo has dado"- me dijo mientras soltaba una leve sonrisa: muy linda además.
Le dije que tenía razón, que me descubrió; no sabía cómo decírselo y que me esperara un poco para aconsejarla, me aceptó. ´-"Sólo espero que me des un buen consejo"- me añadió antes de irse, me dejó frío, inmediatamente vino a mi mente la figura de Sonia, una gran amiga, de quien me siento culpable de su pérdida, de muchas otras vidas...
|