Matilde mastica chocapics frente al computador cada noche, a veces los añade a la leche, esta vez no. Los traga hasta que se cansa o la invade la culpa y el temor a subir de peso. Vomita a diario, últimamente lo hace sólo luego de comer cereales, antes lo devolvía todo. Matilde opina que es obesa mórbida, los números indican que tiene sobre peso. Para Matilde es lo mismo porque está gorda y los gordos son tontos, lentos y perezosos.

No puede decirse que es una chica feliz, pero tampoco siente que es preciso. Estudia bastante y rinde bien. Como todos tiene algunas fijaciones: no puede dormirse si la televisión está apagada, no sale de casa si los cosméticos en su anaquel están desalineados. No puede dejar de leer la revista Paula antes de un viaje ni dejar de sentir culpa ante ciertas actividades placenteras.

Matilde valora la vestimenta de las personas, eso y la inteligencia es lo único que le importan de un hombre. A veces valora la cortesía pero no siempre es necesaria si el chico es guapo y sus colores le atraen. Le gusta la gente creativa, los irónicos y que le digan que es linda aunque ella sepa que es mentira. Por eso le gusta ese chico, aunque sea gay. Porque le sugiere nuevos peinados, porque tiene un armario excelente y siempre habla de cosas triviales que ella le dan risa. Le gustaría besarlo pero conoce su orientación sexual. Lamentablemente Matilde es una persona confiable y el chico confesó todo.

Hace días que está extraña. Supone que es la primavera, ella sabe, siempre ha sido así. Septiembre le entrega desgano, disconformidad con su cuerpo e ideas suicidas. Esta vez tiene más ganas de morirse y por primera vez una idea que puede descompensarla lo suficiente como para matarla: sobredosis de insulina. Matilde se esfuerza por conseguirla.


Un "cuento" para Tú
[U:dr_truman] o Pablo
Disculpa la imperfección y que el link no resulte