Por momentos olvidado
pero no tan olvidado,
el hombre con cara de Humphrey Bogart
en el tren tranvía de Valladolid a Madrid,
por momentos olvidado
pero no tan olvidado,
el hombre de los tristes
ojos vidriosos,
kilómetro a kilómetro,
a puro bocadillo de salchichón
y botellines de cerveza,
el hombre con cara de Humphrey Bogart,
un hombre levemente
alcoholizado,
mal hablado pero de gesto amable,
kilómetro a kilómetro,
hablando como quien
piensa en voz alta,
ofreciendo bocadillos de salchichón
y botellines de cerveza,
un hombre solo
con recuerdos a cuestas,
en el tren tranvía de Valladolid a Madrid,
confesando soledades
y desencuentros,
kilómetro a kilómetro,
el hombre con cara de Humphrey Bogart
en el tren tranvía de Valladolid a Madrid,
confesando soledades
y desencuentros,
no sin cierta reticencia,
no sin cierta timidez,
el hombre con cara de Humphrey Bogart
deja abiertas
intermitentes ventanas
a su solitario y angustiado mundo.
© Eytán Lasca-Szalit, septiembre de 2008
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