Cuando Chile aún no era un país , si no un territorio a medio conquistar por los españoles, en la región de concepción al sur vivía el pueblo MAPUCHE. "la gente de la tierra"
Eran bravíos, valientes y sobervios y no aceptaron el yugo extranjero con facilidad.
Los guerreros más valientes eran nombrados como Toquis o líderes de los mocetones y salían a guerrear con el huinca a pecho descubierto.
Lautaro y Caupolicán, Galvarino son nombres de guerreros feroces que ofrecieron dura resistencia al invasor.
Pero la historia poco habla de la mujer Mapuche. Se recuerda a Fresia, la esposa de Caupolicán , a Guacolda, compañera de Lautaro, pero poco y nada se recuerda a la valiente Janequeo.
Ella vivía en la zona de Tomé con su esposo y sus hijos y vivía la vida sosegada de la mujer de su raza.
Su esposo, cuyo nombre se ha evaporado en la neblina del tiempo, era caudillo de su pueblo y los dirigìa en su lucha .
Pero un capitán español lo mató a mansalva , por la espalda y los mozos huyeron del lugar , siendo así derrotados por el enemigo.
Sin líder, sin Lonko, el poblado parecía definitivamente vencido, pero Janequeo tras llorar sobre los restos de su compañero e invocando a los espíritus protectores , dejó las labores femeninas y asumió ella el mando de las tropas indígenas.
Sin importarle su ser femenino y delicado, a la cabeza de los suyos combatió ferozmente sin dar tregua a los españoles.
Hasta que por fin logró dar con el capitán traidor y lo decapitó con su propia espada como una Judit o una Juana de Arco.
Después de este episodio se retiró a las montañas y envejeció protejida por el canelo, el puma y el cóndor.
Luego se durmió en la tierra de sus ancestros y su espíritu se reunió con su esposo.
Esta mujer ejemplar es poco conocida, pero habla de la ferocidad de su raza , que sabe ser tierna con sus hijos y despiadada con sus enemigos.
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