Hoy ha venido ella…


Hoy ha podido esa mujer
Quitarme la resaca, como todos los días;
Hoy ha podido esa mujer
Quitarme los pesares, como todas las noches,
Porque hoy vino ella.
Latió el corazón de esta joven mujer
Y he visto el cielo con su luna de guardia.
Ella venía sola
Y acompañada de la noche.


Yo contemplaba
Lo hermosa que era, de lo que eran sus ojos;
Amigo, hay que estar vivo
Para saber lo hermosa que es la vida.


Yo contemplaba
Aquellos ojos negros, con un brillo vivo
Donde el quieto cristal de las pupilas
Descubre la llegada de una lágrima.
Yo descubría cómo todo eso
Hablaba de amor, refugio, y luz en la habitación.


La encuentro más delgada.
Se quedó pensativa en el cuarto
Y un aire de sonrisa que quería darme
Se le quedó en el borde de un beso apasionado.


Pero nada como la alegría
De encontrarla presente en mi cuarto,
Nada como saber
Que no se ha cansado de amarme.


Qué bien cuando va por la casa,
Con el pelo largo,
Con el pelo a la espalda,
Con el pelo en las sienes
Recogido en dos bandas
Y aquella boca que besa
Si tardo en besarla.



ALBERTO GARCIA