Para la muestra "Tomemos un Café", Casona Municipal, Córdoba, Septiembre de 2008. En la misma se exponen tazas y platos decorados por 42 artistas.
Hoy no fue un día más. A la mañana tuve que asistir a una pelea terrible en la mesa nueve, la que está al lado de la ventana que da a la calle Libertad. Por si no te quedó claro, el auto lo cambiamos gracias a la venta del Spilimbergo que mi abuelo había comprado en el Banco Ciudad, pero el departamento era de mi vieja, ¿te acordás? Y el campo se vendió por culpa tuya, sino tendríamos el futuro de los chicos asegurado. Ah, no te gusta lo que digo: ¿Sabés qué, pibe? Me levanto y me voy, hablá con mi abogado. De ahí pasar a la mesa once, sobre Paraguay, la que no tiene ni ventana y por eso la eligen los que andan de trampa. ¿Separarme? Olvidate. En tres meses pasaste por cuatro novios para decidirte por mi billetera. Para peor todos te fueron largando plancha, por eso me llamaste anoche, llamado a cobrar, quién otra podía ser, llamado a cobrar. ¡Andá a cobrar a los yuyos! Tomá esto para el café y la pizza de la noche. Mesa cuatro, cerca de la barra, un “carlitos”, un Johnnie Walker Black Label (un Johnnie Walker, che!), dos cafés: atenti Gordo, voy a abrir el portafolios y tenés diez segundos para mirar la foto. Che, ya tá, pero ¡es un pibe! Sí, es un pibe pero vale millones, el padre es dueño de un diario. ¿qué? ¿Hay que chuparlo y llevarlo al aguantadero? No, Gordo, no entendés, el pibe ya es boleta, pobrecito, el pibe no está más, ¿entendés? Vos tenés que hablar con la familia y decirles que está vivo para que te den la guita, ta? No loco, no lo puedo creer, yo me bajo de ésta, un pibe no, con los pibes no se jode, no... ¿Te bajás Gordo? ¿Cien lucas para vos y te bajás? ¿Cien lucas? Mierda, cien lucas!!! Cien lucas...
Me dejan descansar un rato. Un baño caliente y a seguir, mesa siete en la vereda. Mesa tranquila. Bendersky, el Contador, explica. Elena, la Directora de la empresa, escucha. Hay que re-categorizarse en el impuesto a las Ganancias, señora Elena: el tres por ciento no va más, estaríamos en el cuatro y medio, pero podemos bajar medio punto por los aportes a la Fundación, que es sin fines de lucro... ah, y no nos olvidemos del IVA, el Impuesto al Valor Agregado....
¿Querés que te coma la lengua con valor agregado, Bendersky?
La mano de Bendersky me sostiene a medias, tiembla dejando derramar el café sobre el plato insuficiente. Sabe que Elena ha lanzado su caballería. Me suelta y caigo al piso haciéndome pedazos. Ya me parecía: no era un día más.
-Permiso señor -, dice Manolo mientras barre los pedazos de porcelana sobre la pala plástica de color rojo.
Y en voz baja dice:
-Mierda, una taza más... y de las buenas.
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