EL invierno se despidió caballerosamente. No le digo adiós. Pretendo darle la bienvenida en nueve meses más.


Y con un séquito de aromas llega divina la primavera, dadivosa reparte los obsequios al regreso de su viaje, algunos jardines floridos, prados de renovado verdor, perfumadas corolas de sueños, collares de hermosas ilusiones, cajas de cálidas esperanzas y días luminosos.
La Naturaleza revive mí espíritu, vestimentas más livianas que no entorpecen los movimientos. Caminar y respirar profundo, andar bajo cielos en suaves gamas de celestes y oro, o al anochecer cogida de una mano que trasmite ternura, bajo un cielo estrellado y su luna, que me hará olvidar el frío que me estremeció ese cruel día en que el mundo se detuvo unos instantes en ese frío y desconsolador mes de Abril...

Sllvia Parra B.