Que buena mujer la que encontré algún día en el centro de la ciudad, una mujer que trabajaba prácticamente todo el día y convivía excelente con sus compañeros de trabajo, alguna vez crucé solo una mirada con ella y ahí fue cuando comenzamos una charla sin palabras. Cada vez que podía volteaba hacia donde ella estaba solo para poder ver esa mirada un poco inocente pero segura de lo que quería.
Reuniendo el poco valor que me caracteriza al pretender hablarle a una mujer me acerque, y ya con todo el valor reunido dije una frase conmovedora y llena de seguridad “hola”, sentí que todo el mundo me volteo a ver cundo vomite esas cuatro letras, ella ayudando a ese momento tan bochornoso para mi, contribuyo diciendo “bien ¿y?”, solo escuche cuando una ola de carcajadas me ahogaron en ese mar de miradas.
Acto seguido ella termino la broma diciendo “como estas” yo ya no sabia si se estaba burlando o realmente quería conocer algo más de mi.
Después de un inicio poco prometedor empezamos a conocer lo mismo que todas la demás personas los hobbies, gustos musicales, de cine, la relacion con la familia, etc. Lo realmente interesante fue cuando llegamos la fabuloso mundo de las artes sexuales y relaciones entre pareja.
Cuando me dijo que no creía mucho en las relaciones formales y prefería pasársela bien con la persona que le guste en ese momento, sentí como si hubiera encontrado a mi media naranja, como si nos conociéramos de siempre y obviamente me interesaba saber si te gustaba o no. Hubo mas platicas poco fructíferas de hecho si no hablábamos de sexo, me aburría estar con esa mujer.
Llego el momento de asistir a las tan acostumbradas fiestas que se hacían por parte de los trabajadores de ese lugar, fuimos a los sapos, donde se reúne muchas personas a tomar unas cuantas cervezas, conocer gente o en el mejor de los casos conseguir sexo eventual y sin ningún tipo de compromiso. Yo no trabajaba con ellos pero gracias a mis constantes visitas ya me consideraban parte de la planta de trabajadores, así que me desenvolvía con bastante soltura y claro estaba presente aquella que ya la visualizaba en mi cama.
Después de unas cervezas y ya entrada la madrugada dijo lo que tanto ansiaba oír, me dijo que si le gustaba y pues quería ver que mas podía pasar entre nosotros, donde si me espanto un poco era que quería ser mi novia y que mantuviéramos una relacion un tanto mas estable, eso no me agrado para nada pero como ya estaba dado el primer paso, pues ni modo todo sea por un buen encuentro sexual.
Toda esa noche paso en calma solo fue un beso inocente lo que puede conseguir, pero no me desanime puesto que ya había dicho que si había oportunidad entre ella y yo, al otro día una vez mas salieron y esa noche si prometía mas, pero una llamada desafortunada de mi familia hizo que no pudiera asistir a dicha reunión, ni modo solo le avise a la chica de mis sueños sexuales que le llamaría mas tarde para saber donde nos podíamos ver, y realizar mis pensamientos carnales.
Esa noche que no asistí fue mi debut y despedida como diría la canción de los ángeles negros, por que esa noche uno de mis mejores amigos consiguió en unas horas lo que yo venia planeando por días, y la buena mujer que alimento mis pensamientos morbosos ahora los realizaba con el.
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