El miedo irrumpe
por los pies adormecidos.
Los tropiezos
han torcido los dedos
y las uñas
enterradas en la carne
impiden dar el paso.
Un escozor en las costillas
erige la muralla.
Unas manos temblorosas
preparan la armadura.
Hay tinieblas
mostrando sus garras
y un sol en la frente
tras la renuncia.
Hay una piel
enterrada en los huesos
y una camisa de fuerza
atando los brazos.
Hay un ojo avizor
derrotando la esperanza
y un juicio amañado
enterrando la inocencia.
Texto agregado el 25-09-2008, y leído por 427
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Lectores Opinan
29-08-2012
Excelente poema. Ciertamente hay un ojo avizor, es cuestión de seguir su intuición. Gracias por compartir ***** Mayte2
28-08-2012
..lo dices de un modo ...que...oye si uno de por si anda escamado...no se vale!!!y ahora?...no me convenceras!!!no.*****pa´ti. ana_blaum
27-08-2012
Muy cierto.saludos fraternos para ti. chinitas
20-08-2009
Da terror y sin embargo nos internamos en el amor, aún sabiendo que saldremos mal heridos. Excelente!! Un abrazo. beactriz