Esperanza: 
 
E, de entrega a los designios que nos colocarán en la buena senda; 
 
S, de sabiduría, la misma que nos permitirá comprender que, no por nada, a cada luna precede  un sol; 
 
P, de paciencia, todo tenderá a mejorar y el invierno borrascoso, dará paso a florales encuentros; 
 
E, de estrella,  enseña que titila en el firmamento, guiño celestial que nos indica que nada está tan lejano como para no conseguirlo, si lo aprehendemos en el pensamiento; 
 
R, de rúbrica, firma grandísima de un ser confiable que nos orienta y nos permite entregarnos a su potestad; 
 
A, de ansias, combustible etéreo que nos permite divisar en lontananza la materialización de nuestros sueños; 
 
N, de navegación en los grandes mares, los que pese a su vastedad, siempre se aferran a una costa; 
 
Z, de zafiro, la preciosa piedra difícil de encontrar, así como solamente algunos  poseen la gema valiosísima de la paciencia; 
 
A, de amor, brisa suave que a medida que se va adentrando en los cauces del corazón, va adquiriendo la fuerza incontenible de la pasión, tan necesaria para surcar todos los mares y desafíos, en pos de cualquier ideal… 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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