Kamajan el loco cuerdo
Siempre he sentido una atraccion por los locos a veces es compacion otra veces es envidia.
En el fondo, siento que “su mundo” es mas perfecto que el mio.
De ahí ha provenido mi amistad con muchos de ellos.
El doctor Anamu se sentía muy orondo cuando yo me hacia pasar por su paciente finjiendo una hipertencion o una artritis reumática.
Anamu andaba siempre con su recetario y hojas de anamú para ahorrarte el viaje a la botánica sus prescripciones solian ser por siete días y si no había cura recomendaba penicilina inyectable durante tres días. El no cobraba por su consulta pero aceptaba lo que tu le quisiera dar.
Anamu siempre estaba sonriente y arropado por una calma celestial que asombraba a cualquiera y es que los locos no tienen problemas y tampoco los afectan los padecimiento de los demás.
Barajita no era equisofrenica era una excéntrica que se delanto a su tiempo
conversaba conmigo con lucidez siempre sobre lo bien engalanada que estaba.
Los niños le tiraban piedras y le gritaban barajita loca y ella le respondia:
El Maco penpen era un loco manso y era tan feo que es lo mas parecido a Guasimodo el jorabado de Nuestra Senora de Paris que he visto. Era feo con cojones y no era loco era un retrasado mental desempleado.
Chochuega era un avivato que vivía del cuento recogiendo ropa de muerto en los funerales para después venderlas en la compraventas. Me dio gusto observa como el pudo colocar en la sala comedor de mi abuelo cincuenta sillas plegadisas en un perfecto orden el dia del entierro.
El alcalde de guachupita si era loco y no era manso a cualquiera le daba una pedra o atacaba con un palo.
Hay otros locos felices que fueron mis amigos: Santana el exboxeador que un golpe en la cabeza lo trastorno, Tutin que le gustaba andar por el medio de la calle A el le había quemado las neuronas el crack.
Los dos taca taca eran buenos amigos mio el de Jarabacoa decía que yo era su papa y era el primero en enterarse de mi presencia en el pueblo.
El otro taca taca era el abogado que vivía en la Cesar Nicolas Penson que como era de buena familia no le llamaban loco sino trastornado.
En Santiago vivía el viejito Kamajan el loco mas cuerdo de todo los locos que he conocido.
Su sabiduría y filosofía sobre la vida siempre me dejaban estupefacto.
> le pregunte
Kamajan y tu no vas al medico?>>
le dije a Kamajan
>
De sus ojos brotaba un brillo extraño y no era una alucinación era una lagrima que caia sobre su rostro yo había interrumpido su felicidad con mis pregunta haciéndole
saber que existía otro mundo que era el que el hacia mucho tiempo había olvidado.
Trate de reparar mi error extendiéndole un billete de cien pesos y el no lo acepto diciéndome.
En el camino hacia la universidad un extraño brillo broto de mis ojos y cayo una lagrima era por Karmajan el loco cuerdo.
Texto agregado el 23-09-2008, y leído por 182
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Lectores Opinan
23-09-2008
muy bueno blackshadow
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