Vengo a librarte de tu miseria, papel blanco;
De la miseria de tu despropósito,
Para llenarte con mis pensamientos
Y darle vida con la tinta de mi bolígrafo
A la inerte reencarnación del árbol,
Para que halles vida
Cumpliendo aquel propósito
Para el que fuiste creado.

Ya te he escrito… ¿Ya estás feliz?

Ahora, puedes volver a estar triste y solitario,
Pero con tu vida llena,
Y tu propósito cumplido.
Muere amarillento y descuidado,
Guardado entre las páginas de un libro,
En el cajón de mis recuerdos
Y devuélveme el aliento
Cuando lea con los años
Estas líneas al volverte a ver,
Cuando esté viejo y solitario
Y haya cumplido el propósito en mi vida.