Estirada sobre la cama, con pausa observaba la luz que entraba por su ventana. Tenía ganas de estar ahí afuera, correr.
El día y su rutina ya eran parte de su pasado.
Mil, tres mil....ya perdió la cuenta. Solo se preocupaba de vivir el día a día. Los golpes recibidos, las humillaciones, aquellos olores y el colapso humano ya los miraba sin asombro.
Anulada. Ya comienza el nuevo día.
Celda veinte!!!, sin visita. Estás anulada! anulada! anulada!
Texto agregado el 02-05-2004, y leído por 159
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Lectores Opinan
02-05-2004
Qué triste tiene que ser la vida en una celda y sobre todo con las visitas anuladas. alqutun
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