EL JUEGO 69

Despertaron enredados entre las piernas de dos morenas, de belleza exótica o por lo menos así lo parecieron la noche anterior, el chico aprendió a bailar norteña, duranguense y al final hasta quebradita, se bebieron diez litros de tequila de una marca regular, la cabeza dolía y la boca no sabia precisamente a dulces besos sino a cobre literalmente, el chico ignoraba la forma de que aquella molestia desaparecería, pero el Coronel tenia algo de experiencia en esos menesteres así que se dirigieron hacia el mismo rumbo del día anterior, pero esta vez no a los antros si no al los puestos de comida, para solucionar aquella crisis existencial que da los días después de una parranda, cuando el Coronel ordeno aquel platilla de vísceras de res el chico se le quedo mirando un poco desorientado.

- Cómelo, sabe mejor de lo que se ve –dijo divertido—
El chico dio la primera probada pero el asco fue superior y ahí mismo, le gano el asco y volvió el estomago del alcohol que le quedaba de rezago del día anterior, momentos después llegaron los militares y ahí se pusieron de acuerdo para llevar a acabo lo que seria el plan final.

El mitin estaba programado para las cuatro de la tarde ellos estarían ahí desde las tres, no habría problema por la portación de las armas, el Coronel y el chico se dirigirían donde los dos guardias y estos los dejarían pasar, los guardias servirían de incitadores para hacer que la chusma se concentrara justamente delante del templete del Candidato, ahí se formaría el remolino de gente entonces los guardias servirían para abrir paso al Chico y al Coronel hasta el candidato, con la placa y la pistola no seria tarea difícil abrirles paso, con el pretexto de ir rumbo al candidato, los militares de la guardia presidencial, después argumentarían que se preocuparon por la seguridad del Candidato y abandonaron sus posiciones, avanzarían por el costado derecho (el chico) y por la espalada (el Coronel) y al tenerlo a tiro ¡bang! El candidato estaría muerto, aquello era un plan regular pero ante tanta ineptitud y corrupción, con grandes posibilidades de realizarse, por ultimo firmaron con sangre un pacto de silencio, si alguno de ellos caía no conocía a nadie y estaba completamente solo para asesinar al candidato, seria “la coartada del asesino solitario”.