-Dame la mano, sino el sol no se anima a salir-le dijo mientras que de reojo controlaba que sus padres no lo estén mirando.
Ella lo miro y lo pensó un segundo...
-pero ayer salió y no te di la mano-le dijo
-No., no entendes, lo que pasa es que ayer, otros nenes se dieron la mano y lo ayudaron al sol...entendes?
-ahh, y ¿que nenes se dieron la mano?-
-yyyy....unos que no conocemos... -le contesto levantando las manos sobre los hombros.
Disimulando, el padre del niño escucho toda la conversación que duro un par de minutos y encontró sentido a lo que alguna vez empezó como una simple charla de dos nenes de no más de 7 años. ”Dame la mano, sino el sol no se anima a salir”
Hay quienes nunca van a entender esa frase, quizás el sol siga saliendo si le damos la oportunidad de poder hacerlo, es muy sencillo, la misma mano que usamos para matar, para golpear... esa mano que nos ayuda a señalar quien sigue y a quien nunca mas...
Algún día va a estar muy ocupada sintiendo el calor de la mano de un completo desconocido. Ese día el sol no va a tener mas miedo de asomarse....quien sabe por que..