¡Me alegra verte ni bella dama!
Sorprendida sonríe,
le extiende su mamo y le saluda sin más.
En sus adentros piensa, que le pasa,
es la primera vez que hablamos y me dice esto, esta loco.
¡Sorprendida! ¿Verdad?, Replica él.
Ella, asienta con la cabeza, sin poder gesticular palabras.
Perdona, te pido un favor no me interrumpas
que lo que voy a decirte es importante para mí,
y si lo haces no podré continuar.
Cuando eras una hermosa chiquilla,
te admiraba desde lejos,
me encantaba verte con el uniforme de tu colegio
esperaba para pasar por tu casa a la hora que llegabas
tan solo para decirte hola, y escuchar tu dulce voz,
el día que no lo hacia, era para mí un mal día.
¿Qué? Pregunta ella con las mejillas enrojecidas por la vergüenza.
El sonríe, y con voz suave le dice,
vez, me alegra que sigas siendo igual,
están los colores en tus mejillas por la vergüenza,
pero quien debe sentir vergüenza soy yo,
a mis años, después de tanto tiempo,
me palpita el corazón como cuando era joven, y
ese palpitar es por ti.
Ella iba a contestar,
y él, suavemente coloco su dedo sobre sus labios y
no la dejó hablar, continúo diciéndole,
Perdona, eres la mujer de mi mejor amigo,
y sé que esto esta fuera de lugar,
pero no podía callarlo más,
me alegra poder sacarlo de mis adentros,
para mí, hoy es el día más feliz
por desnudar mi alma ante ti.
Ella sorprendida cada vez más,
solo le miraba,
era tal su sorpresa que no podía decir nada,
le parecía increíble lo que sus oídos escuchaban,
y su mente procesaba.
De pronto,
él saco de su billetera una foto,
se la enseño y le dice, 22 años,
Entiendes porque ahora tenía que decirte lo que siento mi bella dama.
Sabes, cuando te casaste mi amigo lloraba de felicidad
yo de dolor aunque él nunca lo supo,
y lo único que me quedo fue esta fotografía.
Me alegro que seas feliz, y me alegra verte bien,
Tienes la misma sonrisa hermosa que alegraba mis días,
y hoy, has alegrado mi alma y mi corazón al escucharme.
Déjame jurarte que mi razón y mi amor estarán contigo por siempre.
No te pido nada, gracias por escucharme.
Sin dejarla decir palabra alguna se alejo,
con lágrimas en los ojos,
con paso apresurado y sin decir adiós.
.*N.N*.
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