Clara es una mujer sencilla, moderna, piola y hasta “compinche” del grupo de adolescentes que maneja. Al punto que el año pasado la eligieron “la profe del año” a pesar de no pertenecer al plantel docente.
Lleva una vida sana, tranquila. Tiene un perro, “Orfá”, que quienes creen conocerla creen, sin saber cuán lejos están del por qué, que el nombre se debe a su orfandad, que la acompaña desde la adolescencia.
Tiene amigos. Y quiere entrañablemente a esa pareja de ancianos a los que les lee cuentos los sábados por la tarde.
Por momentos Clara se cruza con Zíngara. Mujer felinamente extrovertida y secretamente profunda. En su vida no existe el término medio y prácticamente no conoce el sol. Se mueve en las sombras. Densas sombras de la noche. En la silenciosa, húmeda y espesa carencia de luz, fuente vital móvil de su estrategia.
Zíngara es reptil, lince, cóndor, delfín, hormiga y ave rapaz, gallina bataclana y fiel chimpancé, hiena y cocodrilo. Y a veces lazarillo. Definitivamente camaleónica.
Por momentos Zíngara se cruza con Clara. Instantes. No se reconocen aunque ambas tienen la misma, repetitiva y torturante sensación de haber vivido eso mil veces. Son ráfagas. Olores. Aromas. Restos de maquillaje. Un teléfono. Un souvenir. Un ocaso.
Un teléfono. Que no hace mucho sonó y cuando Zíngara contestó Clara se estremeció. El ayer se apoderó del hoy. El rencor de la aceptación. Los caminos de sus vidas tranquila y alocadamente ordenadas están a punto de intersectarse. Ninguna lo sabe. Ambas lo presienten. Es algo visceral. Intestino. No están seguras de que Zíngara pueda eludir la situación otra vez. Aunque no fue difícil dejar una fina telaraña, un rastro sutil, en un adolescente enamorado.
Vamos a ver cómo le va a Clara: tres momentos y hasta un cuarto desconocido están a punto de conjugarse: un hijo adolescente, un padre desorientado, perturbado por un pasado que ignora tener en común con esta mujer. Mujer de dos almas.
Una de las dos debe ganar. Son demasiado distintas para convivir . . . a menos que los extremos por fin se unan.
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