Estoy mirando mi rostro reflejado en la superficie del agua, de una pecera con peces naranjas,
que huyen asustados hasta el fondo, donde hay burbujas saliendo de un compresor escondido, entre piedras de colores mezcladas con musgos artificiales, pienso, mientras observo el paso del tiempo estampado en mi cara, que tambien soy de escapar cuando el diablo mete la cola, cuando lo que ocurre me resulta extraño.
Al momento con mis manos unidas en forma de alas hice sorbos para humedecer mi lengua seca,
y seguí pensando: en como los años pasan sin que pueda hacer nada por escapar de las vejez.
Entonces erguí mi cuerpo hasta dar con la posición normal, inalé profundo, mientras tanto sonrio de frente a la realidad del nuevo espacio totalizador.
Para luego tan solamente encender la tele, resignandome a caer en la catrera apenas comenzada la mañana luego de haber dormido como un oso en el invierno.
Pero continué pensando, en las cosas de la hermosa vida, puesto que mi mente requiere de toda mi atención posible.
Desearía recordar todas aquellas cosas que despiertan pasión en mí, creando como un desfile interior, de un festival de estas selectas emociones, que aseguro tengo para cada tema que halla (digo, como para menguar la ansiedad que provoca la impotencia del silencio).
De todos modos, ideas más ideas menos,
mis parpados cayeron cual telón en la opera,
volviendome a quedar dormido, a las diez de la mañana cuando las agujas marcan las menos cuarto.
Pero en esta nueva oportunidad, con la diferencia de que persivo que sigo estando en aquella realidad de despabilados, y no en este mundo de neblina con arrastre de temores, de conquistas y exitos.
La muerte ha de ser ese ronquido final donde para despertar hay que volver a nacer.
Estoy sintiendo, que este sueño, es la misma realidad, ah, ruego por que nunca se transforme en una pesadilla ¿saben? parece estar todo normal por aquí, como en cualquier ciudad.
Me tironeo los pelos, me sacudo la ropa,
ato los cordones, todo parece real.
E inclusive tengo en los pensamiento esta dualidad de saberme en un sueño, pero persiviendo en carne propia este nuevo mundo en otra dimención.
Escucho la música que proviene de la tele
(del más allá) y los rayos del sol pegandome en la nuca haciendome sentir apayado por el cielo.
Pero estoy llegando a un Bar, que por la hora que transcurre se llama Pub nocturno, acondicionado con una larga barra con asientos amurados al piso,
tapizados de color bordó, al frente mesas, ventanales y gente de todos los colores del mundo.
Miré para todos lados, como decía, el mostrador ocupado cual baño publico en estación terminal de ferrocarril, solamente una mesa vacía pero para seis personas (no podía ser tan tonto de sentarme allí) entonces al levantar la mirada haciendo una panorámica, pude determinar un mesa posible,
donde hay una señorita sentada sola,
que pareciera esta por retirarse, o no sé que,
tal vez tanga hormigas en el traste.
Finalmente, atrevido, impertinente, ocupe un lugar sin solicitar permiso. Presentándome,
entregando el nombre completo, y argumetando los motivos del ocurrido desenfado, pidiendo las correspondientes disculpas pero sin mover las nalgas del asiento, obvio, tratando de encontra una respuesta favorable. Apoyé con comodidad mi torzo en el respaldar, mientras le hacía recordar que en Europa este tipo de convivencia es absolutamente normal, común, aclaré.
-¿Y tú como te llamas? ¿cual es tu nombre?.
-Lidia.
-Que bonito ¿Es una flor?. Yo no podía decir que sabía que era un sueño.
Concidero que una de las cosas más bonitas que existen es la de poder conocer gente en estas condiciones ideales. Además pienso que es una estupenda personita.
Por lo que veo, Lidia es de hacer muchas preguntas, impiedosa te pasea por distintos temas,
pero, preguntó por la selección de futbol y fue como que me tocaran el alma.
De todos modos lo primero será saber si tiene novio, o si está esperando a alguien.
-¿Lidia? ¿Eres casada?.
-Soy soltera.
-¿Tienes padres, vives con alguien?.
-Vivo con un hermano que le dicen Kojak,
o Tenis Sabala.
Al instante se erizó mi piel. Me hube ilusionado conque estaba sola.
(Vivencié que tenía a su hermano agarrado del cogote queriendolo matar).
Pero Ella vió mi mirada perdida con los ojos llorosos, y trató de consolarme diciendo: que de todos modos busca urgente una amor con quien formar una familia.
Por lo menos a mí, me palpita el corazón a mil por horas, y Ella también parece estar ilusiona conmigo.
Por qué no, tal vez tenga en frente a mi futura esposa. Aún derrocho juventud, y ella parece apta para tener hijos.
A todos esto no perdía la conciencia de que estaba durmiendo, tenía muy conciente que esto pronto acabaría. Siento pena pués me estoy enamorando, y estoy siendo correspondido que no es facil de encontrar.
Pero escucho de a lo lejos una sirena de ambulancia que se mezcla con el sonido de la televisión, además unos gritos que solicitan socorro,
tambien un sacudón en el pecho como si me estubiesen dando primeros auxilios.
Lidia tomó mi mano y colocó un anillo que entró a la medida.
Fin.