Aquí hace años que no amanece. Me inunda la ausencia de todo lo bueno de aquello que antes me hacia reir. Me siento tan sola, la oscuridad es eterna ni la brisa luminosa a vuelto tras mi. Se ríe la vida de mi alma apenada me manda alegrías que luego me matan. Y sigue llorando la niña abandonada cada vez con más miedo y con menos alma.
Texto agregado el 01-05-2004, y leído por 166 visitantes. (0 votos)