El Egipcio. un día el río Nilo estaba calmo con sus aguas turbias Walhid el poeta del pueblo, el escenario se abre al amanecer como un teatro la vida pasa en el curso del tiempo tiene ojos de tigre, manos de artesano, y piel de serpiente, estaba sentado en su estrecha puerta escribiendo unos sonetos de amor a la luna, quien cree ser capaz de separar su mudez del silencio, ¿quien habla por la garganta del alma? con su ojos fijos en el mar si no ha estado allí con peregrinos sueños? el precario espacio de la vida nos hace mirarla a la luna y invitarlas, a nuestro ojos.. pasa una barca a vela agitando su llegada con manos y pañuelos saludando con ojos de desconocidos la orilla del río Juan_Poeta
Texto agregado el 17-09-2008, y leído por 207 visitantes. (1 voto)