A UN HUASO. Hermano de pies desnudos hijo de Colchahua, Requinoa o Chimbarongo cuéntame de tu gente de paso de tus sueños. Enséñame a sembrar cantando en las mañanas del tiempo; cómo se abren los surcos a punta de arado bajo el sol y a regar a luz de luna. Enséñame a espantar gorriones ávidos de brotes de trigo, maíz, alfalfa o arroz con un espantapájaros armado con alambre y cartón. Y sobre todo enséñame huaso cómo se trilla a yegua suelta girando sobre gavillas doradas que segaste con primor. Te admiro hermano del campo que trabajas sol a sol para entregarnos el fruto que obtienes con tu sudor. Y con respeto admiro el canto que al vibrar de tu guitarra nos cuenta cómo en Chile se venera su folclor.
Texto agregado el 17-09-2008, y leído por 245 visitantes. (5 votos)