BREVE DISQUISICION CORINTELLADISTA
¿Existe el amor? Pero claro que si. De eso no hay dudas. Amor fraterno, filial, materno, sexual, a Dios, propio, platónico, etc. Sería extraño que existiera alguien que no haya amado o sido amado alguna vez en su vida. Sin embargo, el amor es una moneda de cambio. Tal vez la excepción es el amor a los hijos. No importa como sean, cualquiera sea su comportamiento, siempre los amaremos.
Pero, muchos tienden a sublimar el amor, a aferrarse y enajenarse perdidamente con el amor.
Amas a una persona por distintas razones, porque llena tu soledad, porque es hermosa (o), porque te satisface plenamente en el sexo, porque es inteligente, porque coincide con tus proyectos, etc. A la vez, esa persona amada está recibiendo de ti algo parecido y también te ama.
De pronto, algunas de esas cualidades se termina o se encuentran otras mejores en otra persona… y se acabó el amor. Algo que tu le dabas a la otra persona, dejaste de darlo o ella lo sustituyó.
Entonces, viene la no aceptación de la realidad, los llantos y la búsqueda de explicaciones y errores cometidos, romperse las venas, la elaboración de alegorías e himnos al amor no correspondidos, etc.
Con todo, amemos a concho y que nos amen profundamente.
El amor es una moneda de cambio.
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