ENCUENTRO
Tarde quieta de sol tenue,
de cielo azul fundido en
nubes grises, con rayos
que todo lo iluminan.
Tarde de otoño,
un mar inquieto que
golpea las rocas con la
fuerza de un amor apasionado.
Olas vestidas de novia,
de un blanco puro y transparente,
olas que van y vienen,
sin cansarse nunca, bailan
locas en movimientos ondulantes.
Rumores lejanos llegan desde
el infinito océano, y es un otoño
gris y templado, el cielo está quieto,
y así también se fue aquietando,
mi espíritu, mente y corazón.
Contemplando la naturaleza viva,
dejé muertos mis pensamientos
y sentimientos, desprendiendo de
mi ser todo lo que no es de mi
naturaleza, todo lo llevó el mar
bravío con su fuerza, y con su
poder, y yo quedé vacía de
pasión, de deseos, de egoísmo,
de temores, de alegrías, de tristezas,
pero llena del amor universal.... |