En el vaivén de las olas descansan mis brazos y tocan memorias que saben a sal. A la deriva flotan dormidos, vencidos... Los quema el sol, los hiere el viento viajan en silencio (sopor, letargo...) revienta el ocaso (brisa marina...) los barcos se van. Mis brazos serenos se dejan llevar para ya no ser cuerpo ni leve recuerdo. Amanece el tiempo... Mis brazos despiertos ahora son arena y espuma de mar.
Texto agregado el 14-09-2008, y leído por 459 visitantes. (16 votos)