¡Nísperos! Eso es como que digas que te vas a ganar la lotería porque ya cuadraron el número que va a caer ¡El tuyo! Y vas a la fija. Por ejemplo: si te gusta la música tal, allí te parqueas a escucharla y con los que también gustan de ella; si te inclinas a lo raro, te rodeas y adquieres cosas iguales; si eres fanático del equipo tal, vistes como el grupo o hinchada lo hace. Es que el corazón va donde le gusta la cosa. Ojalá sus inclinaciones sean buenas, porque si no la vaina sale costosa. Acaso no todo convenga. Vaya, que en asuntos del corazón muchos por error se han extraviado. El corazón, pues, es como el rodadero donde los niños se deslizan en el parque: te lleva adonde traza el camino.

¿Qué puedes decir acerca de tu propio corazón? Como persona, claro.