Semana por medio un grupo de amigos incluyéndome yo, locos por la astronomía viajamos, como unos 30 kilómetros subiendo por la carretera Panamericana hacia el sur, hasta una planicie en donde el clima desértico tiene uno de los más puros y espejeantes cielos de la América morena. Es el desierto llamado Pampa del Tamarugal.

Vamos en varios vehículos y más parece una expedición a un lugar más lejano, pues además de nuestros telescopios, atiborramos los cacharros de termos con café y té, emparedados diversos y un poquito de malicia espirituosa. Además de las mujeres y los chiquillos. Parecíamos una banda de gitanos ¡Ah! se me olvidaba, un buen abrigo para pasar la noche, ya que la temperatura en los desiertos baja considerablemente y sobre todo si hay luna llena.

Llegamos hasta el punto de observación que es una planicie arenosa sin vegetación de ninguna naturaleza, pero especial para la observación del cielo nocturno.

Mientras instalábamos nuestros equipos de observación, quedábamos maravillados con la puesta de sol que teñía el cielo con los colores del arco iris. Ni una sola nube en este cielo nortino.

Nuestro grupo entusiasta por la astronomía casera era eso. Mucho entusiasmo y nada más.

Carlos, Juan, y yo escudriñaríamos el sector de la Osa Mayor (Ursa Major) grupo de siete estrellas que según algunos tiene la forma casi rectangular de un carro con su extremo como soporte. Otros lo llaman la cometa o volantín por su figura parecida con ese bello juguete infantil.
Por ese cuadrante del firmamento es por donde “transita” el planeta Marte, objeto de nuestra curiosidad desde hace algunos años.

El Pedro había reunido a los más jóvenes y les estaba contando cuentos escalofriantes sobre ovnis y marcianitos verdes y en la Van del Francisco estaban la mujeres disponiendo todo el delicioso sangucherio.

Diablos, esta noche si esta haciendo frío nos dice Carlos. Yo me voy al auto y regreso con un termo de café – Vengan tomemos una tacita – esta humeante y les sirvo. Cuando estábamos paladeándolo, cruzaron el cielo las luces de tres aerolitos que se fueron perdiendo hacia el mar.
– Juan sentándose nos dice – Es de todas veces que venimos a este lugar. Yo les digo – Vamos sigamos con la observación a ver si detectamos a Marte que por su color anaranjado rojizo se destaca por los demás cuerpos de un color azul celeste y otros más brillantes como Sirio.

Juan de pronto nos dice – Miren en el centro del rectángulo de la Osa...hay un punto luminoso que no debería estar ahí. - A ver dice Carlos – limpia la lente de tu instrumento seguro que es un mosquito y procede a mirar él también. Lo mismo estoy haciendo yo.

¡Siii! Decimos casi al unísono, hay un punto de luz. Y calculo su magnitud en 2 o 3 magnitudes, nos dice Carlos. Le pregunto al Carlos ¿Trajiste la máquina fotográfica, esa que acoplas al telescopio? Aquí está nos dice y la instala. También aprovechamos de fotografiar a Marte, que era el motivo de nuestra observación.

Al día siguiente llevamos las fotografías a la Universidad presentándolas al Decano de Astronomía, quien muy intrigado nos dice: -En este sector en medio de ese rectángulo de la Osa Mayor, existe un sinnúmero de estrellas pero de tan baja magnitud que solo se visualizan con instrumentos de mayor potencia que los nuestros. Continua - Pero ese punto luminoso se destaca a simple vista, calculo que debe tener una magnitud de 2 o quizás 1,5, muy parecida a la estrella Ursa Majoris (Dubbhe) que es la segunda estrella más brillante de esta constelación. – Déjenme el CD para verlo y lo enviaré a la sociedad astronómica de Santiago, para su estudio.

No habían pasado 7 días cuando nos llama Jorge Sorell, el Decano de la Universidad, que tiene noticias de las fotos que habíamos tomado.

Llegamos a su oficina y de sopetón nos dice: - Causó revuelo las fotografías que ustedes tomaron – Las analizaron en el Observatorio del Tololo y procedieron a enfocar los telescopios. Continua: - Según los análisis efectuados se trata de un cuerpo celeste 10 veces más grande que nuestro sol y con una composición diferente. Es una estrella de neutrones, algo nunca visto en este lugar de la galaxia.

Quedamos con la boca abierta y mirándonos casi azorados – Yo alcanzo a decir: --Señor Sorell - ¿Han calculado la posible dirección de ese cuerpo celeste? El profesor nos dice: - Según la mecánica del universo, nada se desplaza sin tener una órbita prefijada y el posible desplazamiento de esta estrella, es la cercanía de nuestro sistema solar. Quedamos mudos. La algarabía se generalizó, todos queríamos preguntar.
Profesor le digo yo – ¿Pero como es posible que una estrella de esa magnitud este por pasar cerca de nuestro sol? Carlos interviniendo dice: ¿Estrella neutrónica? O sea es un componente diferente a nuestro sol. Sorell dice: Es totalmente diferente. Una vez más, todos nos pusimos a conversar, y el profesor levantando las manos nos dijo: Ante todo, ya los observatorios del mundo están estudiando ese cuerpo celeste, y la Nasa esta muy interesada en este fenómeno.
Les ruego no hacer pública la noticia que les he dado. Ahora está en manos de los gobiernos.

Salimos de la reunión con la preocupación marcada en los rostros y como siempre los habíamos hecho en todos estos años de la Internet, quedamos de contactarnos y seguir averiguando sobre la estrella neutrónica.

A mi correo llegó un mail de un señor Ahau Ehécatl. Que después de los pormenores de su presentación me indicaba que en los asentamientos mayas de Yucatán, ya se sabía desde hace un sinnúmero de años, de la llegada de un cuerpo celeste a la cercanía de nuestro sol y por lo tanto a la tierra, que traería cambios importantes para nuestro planeta y sus habitantes, indicando además que este suceso ocurría cada 5.200 años, lo que produciría cambios extraordinarios cataclísmicos, como ser el cambio del eje de la tierra, lo que traería como consecuencia el desplazamiento de los actuales polos, terremotos y maremotos.

Indicaba además que este fenomeno se había repetido a través de los milenios, produciendo el desplazamiento de los continentes y la desaparición de otras civilizaciones.
En el último párrafo de su carta, como cierre de la misma, me decía que el 22 de Diciembre del 2012, como fecha del acontecimiento a suceder.

Tomando en cuenta que estamos a 10 de Septiembre de 2008, faltarían pocos años para la fecha indicada por este señor.

Nómade...pensando