Te estoy esperando, creo.
Me abtengo de llamarte por respeto a mis palabras.
Dígame tu silencio el resto.
Me desespero al no poder tenerte cerca.
Es más no sé si aún estás vivo.
No me quites tu recuerdo, ni
las ganas de volar.
No te vayas ni me dejes ir a mí.
...Yo te amo tanto.
Tanto que no tengo más para darte.

No te vayas.
Sólo quiero que te desesperes también por mí.
Que luches como sabes, como me enseñaste.

...
Sé que hay más posibilidades de perdernos el uno al otro, pero aún si queda una esperanza para nosotros,
me aferro.
Me aferro mi buen amor.