En estos días grises es cuando siento que el alma no vuelve al cuerpo. Creo que se escapó hace tan solo dos días cuando respiré de tu aliento, cuando la piel era una sola y los acompasados suspiros se escuchaban al unísono. Creo que la luna no volverá a aparecer detrás de las nubes hasta que no la mires conmigo. Creo que me desespera no saberte a mi lado, desconocer cuando volverá a ser ese momento que me digas que a través de mis ojos podes ver el mundo. Creo renacer con taquicardia adolescente cada vez que suena el teléfono y reconozco tu número. Creo volver a morir cada vez que decimos adiós, ojalá que volvamos a vernos.
Depender del destino y sus jugadas siempre fue mi lema. No salvarme, no quedarme inmóvil al borde del camino, no pensarme sin sueños, no juzgarme sin tiempo... Pero es ahora que las causalidades se me vuelven en contra. Se que decís que nos queremos demasiado, mas de lo que debiéramos querernos, que nos vamos a hacer mal, pero, porque no jugarse por lo verdadero? Si esto es lo que hemos estado esperando toda nuestra vida.
Si es verdad que podes ver el mundo por mis ojos, y yo puedo ver que renazco cada vez que escucho mi nombre en tus labios, cada vez que me acomodas el flequillo, cada vez que me decis que habrá mas noches, que no pierda la paciencia, que la espera vale la pena.
Si te veo entrar con un ramito de fresias y mi cuerpo tiembla. Cuanto tiempo sin haber recibido flores? Cuanto tiempo sin haber sentido estremecer mi cuerpo de esta manera? Ni yo misma lo recuerdo, ni yo misma se si alguna vez, en mi pasado, me sentí tan viva como ahora.
Como desde que nos cruzamos, y pese a las idas y vueltas, tuvimos que chocarnos. La cosa iba a ser o ser. Será la insoportable levedad, que debe hacer caer las cosas por su peso. Ambos sabemos que la historia no está terminada, que no todo está escrito, que estamos pagando esos escasos momentos de extrema felicidad con días terribles y grises, como el de hoy. Ambos sabemos que debemos jugarnos, que la suerte esta echada, y las cosas pueden tomar un rumbo mejor. Un rumbo que nos haga encontrar la paz, la respuesta a tantas cosas que hemos buscado cada uno en nuestro túnel, aunque con pasadizos.
Compartir con vos la lucha cotidiana, la vida y la muerte, los momentos de melancolía, los libros, los mates, las largas conversaciones, la lluvia de caricias inolvidables, la imborrable marca en nuestras memorias...
Tenemos mucho por delante, y yo ya tomé mi decisión. Y yo voy a apoyarte en la que vos tomes. Porque te quiero, y no es mas de lo que quisiera quererte, porque quiero gritarlo a los cuatro vientos. Porque aunque te de miedo, y a mi también, me voy a jugar por esto tan inmenso que nos está pasando. Porque desde aquel diciembre nuestras vidas estan entrelazadas. Porque puede que nos espere un futuro hermoso, luego de sobrevivir a tantas ruinas.
Porque nunca voy a olvidarte...
|